Un hombre quería leña y tala ilegalmente un árbol de 350 años: acaba con una multa muy inferior
Ocurrió el 16 de agosto de 2024.
Lo que para algunos parece un gesto inocente o una acción sin maldad puede tener consecuencias graves para el medio ambiente y la comunidad. Así lo demuestra el caso de Gavin Andrew Walker, un hombre australiano de 58 años que decidió talar un árbol para conseguir leña, sin imaginar que aquel ejemplar tenía 350 años de antigüedad y un valor ecológico incalculable.
El 16 de agosto de 2024, Walker derribó un gran eucalipto rojo del río en una zona forestal del estado de Victoria, fuera del área designada para la recolección de leña y en una temporada en la que dicha práctica estaba prohibida.
El incidente ocurrió a unos 380 metros de Billywing Track, donde un oficial de policía de Casterton acudió tras recibir una alerta del Departamento de Energía, Medio Ambiente y Acción Climática (DEECA). Al llegar, el agente encontró al hombre cargando trozos de madera en un remolque enganchado a su Ford gris.
Un valor ambiental incalculable
Según informó The Standard, la escena fue grabada con la cámara del oficial. Ante la solicitud de las autoridades, Walker descargó la leña y admitió haber cortado el árbol, alegando que la recolectaba “para un miembro de la familia”.
Tres días después, el 19 de agosto, un funcionario de DEECA visitó el lugar y confirmó que el árbol talado era un eucalipto rojo de río de 1,3 metros de diámetro, con un estimado de al menos 350 años de antigüedad.
El informe pericial determinó que el ejemplar presentaba formaciones huecas, lo que lo convertía en un hábitat vital para la fauna local, incluyendo una especie de cacatúa en peligro de extinción. Aunque no se hallaron aves en el momento del incidente, el daño ecológico fue evidente, ya que “una colonia de fauna nativa protegida quedó asfixiada por el aserrín y aplastada por el árbol caído”, según publicó The Standard.
Un delito común y una multa leve
El 8 de octubre de 2025, Walker se declaró culpable ante el Tribunal de Magistrados de Hamilton. El hombre ya había sido sancionado anteriormente por conductas similares, pero esta vez afirmó sentirse “profundamente arrepentido” y calificó su acto como “lamentable”.
Pese a que los delitos de tala ilegal pueden conllevar penas de prisión o multas, el magistrado Tim Gattuso impuso a Walker una multa de 1.750 dólares, muy por debajo del máximo permitido. El juez reconoció que probablemente el acusado no comprendía la magnitud del daño causado, pero enfatizó que “si Walker quería obtener leña, debería pagarla”.