Unos escolares se quedan sin helado por no poder pagarlo, una jubilada sale al rescate y la profesora salta con la prohibición: "La caridad parece no existir"
"Yo solo quería ayudar", afirma.

Un matrimonio disfrutaba de un helado en el banco del parque Kulturpark Neubrandenburg (Alemania) cuando presenció lo que ella describió como "algo imposible". La mujer ha compartido la experiencia en el Schwäbische Zeitung, mostrando su incomodidad por la escena que había visto.
Un grupo de niños de entre primero y tercer grado, acompañados por una educadora, llegó a la heladería. La pensionista relata al diario que la maestra explicó que solo los niños que tuvieran dinero podían comprar helado, mientras que el resto debía dirigirse directamente al patio de recreo. "Unos seis niños no tenían dinero y se iban a ir con las manos vacías", denuncia.
La escena conmovió a la mujer, quien, indignada, se ofreció a pagar el helado para los menores que no podían permitírselo. Sin embargo, su gesto fue rechazado de forma tajante por la educadora, quien, le dijo que "eso ya estaba acordado" y que los niños no recibirían helado. "Solo quería ayudar, pero parece que la caridad ya no existe", lamenta la lectora.
El momento, que culminó con una niña llorando, dejó a la mujer visiblemente molesta. "O todo el mundo debería tomar helado o nadie", opina, destacando lo difícil que resulta ver esa desigualdad a través de los ojos de un niño.