Va a un hospital de Santander a una revisión y descubre que estaba 'muerta': "Todos la miraban con sorpresa"
Probablemente no habría descubierto el error hasta que dejara de recibir su pensión o intentara adquirir medicación.

Una vecina de Cantabria se llevó una sorpresa difícil de creer cuando, al acudir a una revisión en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander), el personal del centro le comunicó que figuraba como fallecida en los registros oficiales. El error, ocurrido a mediados de septiembre, provocó importantes consecuencias administrativas para la mujer, que se vio de repente sin acceso a su cuenta bancaria ni a su tarjeta sanitaria.
Según informó El Diario Montañés, la mujer había ingresado a principios de septiembre en Valdecilla para recibir tratamiento por celulitis infecciosa, una infección bacteriana en el pie. Tras varios días de hospitalización y evolución favorable, fue dada de alta el 10 de septiembre, agradeciendo al personal médico la atención recibida. Nada hacía presagiar que pocos días después su nombre aparecería como el de una persona muerta en el sistema de salud.
“No entendía nada, todos la miraban con sorpresa”
La confusión se descubrió cuando la paciente acudió al hospital para un chequeo rutinario. En la recepción, el personal mostró gestos de asombro al comprobar su identidad. “Mi madre llegó al centro y le hicieron la misma pregunta varias veces: si era ella la persona en cuestión, a lo que respondió afirmativamente. No entendía nada de la situación, especialmente las expresiones en los rostros del personal de recepción. Terminó preguntándoles si le pasaba algo”, explicó su hija al medio cántabro.
El misterio se aclaró poco después gracias a la intervención del médico que la había tratado, quien confirmó que se trataba de un error administrativo: “Eso es lo que aparece aquí (en el número del sistema)”, le dijo el doctor, mostrando en pantalla que la paciente constaba como fallecida en la base de datos de la Seguridad Social.
Un error con graves repercusiones
El 16 de septiembre, el sistema informático registró su defunción, lo que automáticamente bloqueó su cuenta bancaria y su tarjeta sanitaria, impidiéndole acceder al dinero o comprar medicamentos. “En cuanto se enteró, tuvo que ir a su médico de cabecera para obtener un certificado de vida y visitar varias instituciones, entre ellas la Casa de la Seguridad Social y el hospital, para demostrar que estaba viva. Debido a sus problemas de movilidad, le supuso un esfuerzo considerable”, relató su hija.
Añadió que, de no haber acudido al hospital, su madre probablemente no habría descubierto el error hasta que dejara de recibir su pensión o intentara adquirir medicación.
