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El sorteo como termómetro de la precariedad: qué harían con el Gordo un mileurista 'millennial' frente a un jubilado 'boomer'

El sorteo como termómetro de la precariedad: qué harían con el Gordo un mileurista 'millennial' frente a un jubilado 'boomer'

La edad puede marcar la diferencia en los sueños, aunque hay algunos que no conocen fronteras, como es el caso de tener una vivienda. 

Colas en Doña Manolita para hacerse con un décimo de la Lotería de Navidad.
Colas en Doña Manolita para hacerse con un décimo de la Lotería de Navidad.D B

Comprar lotería en Navidad se ha convertido en un hábito para muchas personas, tal y como pudimos comprobar durante uno de nuestros últimos reportajes a pie de calle. La tradición, la presión social o la simple inercia son algunos de los factores que empujan cada año a miles de jugadores a hacerse con un décimo. Pero, más allá de los motivos, el deseo suele ser el mismo: ganar el ansiado Gordo de Navidad.

Y, aunque es cierto que ganar este premio no nos convierte en millonarios y apenas daría para una viviendacada décimo premiado son 400.000 euros, que quitando impuestos se quedarían en unos 328.000 euros aproximadamente— también lo es que la cifra continúa siendo bastante tentadora, sirviendo al menos para aliviar muchas preocupaciones.

Pagar la hipoteca, darse un capricho, ir de viaje, montar un negocio y emprender o invertir el dinero son algunas de las respuestas que hemos podido escuchar en la siguiente encuesta en la calle, donde hemos podido comprobar tanto las diferencias entre lo que sueñan los jóvenes frente a los más mayores, como sus similitudes. 

¿Cómo sueña un millenial?

Los jóvenes —que, según las estadísticas, compran menos lotería que las generaciones mayores— lo tienen claro: la prioridad es la vivienda. La mayoría destinaría el premio a comprar un piso, aunque otra cuestión es si el Gordo bastaría hoy para cumplir ese objetivo. "No tener que vivir de alquiler", "invertir para una casita" o simplemente "un piso" han sido algunas de las respuestas más repetidas. Y, a la vista de la situación del mercado inmobiliario, la verdad es que no nos sorprende.

Más allá de la vivienda, otros destinarían el dinero a pagar la carrera, irse de vacaciones y viajar o incluso pagar la hipoteca a sus padres (más vivienda, sí). Por último, otro de los sueños que más se ha repetido ha sido el de invertir en un negocio. "Invertir un poquillo", "Montar un negocio con mis amigos" o "Invertir en una productora".

Y los boomers... ¿qué harían con el Gordo?

Entre los más mayores, las respuestas cambian de tono, aunque la vivienda también se ha podido escuchar en alguna de ellas. Y no es de extrañar, pues se ha convertido en la principal preocupación nacional. Sin embargolejos de hablar de alquileres imposibles o de invertir para sobrevivir, muchos de ellos han pensado en el Gordo como una recompensa para disfrutar con los suyos o incluso viajar por el mundo. "Ponerme flaco… comprarme un coche", "disfrutar de lo que me tocase" o simplemente "comprarme un piso en Madrid con lo que me llegara" son algunas de las respuestas que hemos escuchado. Finalmente, viajar también aparece como uno de los grandes planes entre los boomers. "Irme de viaje alrededor del mundo". 

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Soy redactora de actualidad en El HuffPost España, donde hablo sobre las noticias de última hora y analizo algunos de los temas que conforman la actualidad.

 

Sobre qué temas escribo

Escribo de todo tipo de temas, desde sucesos hasta política y asuntos internacionales, siempre con una mirada crítica y con la idea de que detrás de cada tema hay una historia que merece ser contada. Siempre con la intención de informar, incomodar cuando toca y aportar una mirada que no se quede solo en la superficie. 

  

Mi trayectoria

Cordobesa de los pies a la cabeza. Nací y crecí en Córdoba, tierra de Julio Romero de Torres y ciudad con más Patrimonios de la Humanidad. Me gradué en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos, en Fuenlabrada, donde descubrí que escribir no solo es contar cosas, sino también saber cómo hacerlo para que te escuchen.

 

Antes de aterrizar en El HuffPost, hice unas prácticas en el diario AS, que me sirvieron para aprender cómo se trabaja en una redacción, así como para coleccionar alguna que otra anécdota. Llevo ya un año trabajando en HuffPost, un lugar que se ha convertido en mi segunda familia, y actualmente vivo en Madrid. Siempre con ganas de aprender, reírme y contar historias que valgan la pena.

 


 

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