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Acuden a un restaurante español en Dallas, piden huevos rotos y lo que les traen casi les hace desmayarse

Acuden a un restaurante español en Dallas, piden huevos rotos y lo que les traen casi les hace desmayarse

Un "crimen culinario" que ha dejado a más de uno con cara de póker y con ganas de pedir la cuenta. 

Cristinadas en Dallas se ha comido unos huevos rotos muy raros.
Cristinadas en Dallas se ha comido unos huevos rotos muy raros.TikTok

Cristinadas en Dallas no se anda con rodeos. Esta española que vive en Estados Unidos se ha hecho viral en TikTok después de enseñar en un breve vídeo el plato que le sirvieron en un restaurante "español" de los muchos que se pueden encontrar en la ciudad de Texas. Y el susto ha sido de órdago: pidió huevos rotos con jamón y lo que apareció en el plato fue una mezcla insólita que, para muchos, debería estar tipificada en el Código Penal.

"¿Vosotros os comeríais esto?", pregunta en el vídeo mientras enfoca la tragedia: en vez de unas buenas patatas fritas cortadas a mano, doradas y jugosas, les sirvieron unas de bolsa. Sí, como suena. Todo revuelto con huevo y jamón sin el menor atisbo de mimo. El resultado parecía más un picoteo improvisado en la cocina de una residencia universitaria que un plato estrella de la gastronomía patria.

La indignación no ha tardado en llegar. Las redes han ardido como si les hubieran echado aceite hirviendo. “Yo devuelvo el plato y pido otra cosa, y más si es un restaurante ‘español’”, comenta tajante María López. Otros, con más sorna, se lo toman con humor negro: “Creo que me ponen eso delante y me descojono de la risa”, escribe Mon. “Me lo comería porque la comida no se tira, algo nuevo a probar, pero que no le llamen huevos rotos, por dios”.

Lo que ha quedado claro con esta historia es que fuera de nuestras fronteras se hace de todo… menos lo que se debe. La receta original de los huevos rotos se basa en una fórmula sencilla pero sagrada: patatas fritas, huevo y jamón o chorizo, todo servido para que se rompa en la mesa. Nada de chips, ni sucedáneos industriales, ni invenciones con ínfulas.

“No creo que estuvieran malas, porque al final son patatas”, admite Bisha Fierenza, antes de añadir un demoledor “pero pufff, no, así no”. La idea de ir a la cocina a “enseñar al cocinero” ha sido compartida por más de uno. El concepto de “comida española” en Estados Unidos sigue dando para documentales, y no precisamente de los bonitos.

Arabel·la, resignada, señala que esto ya viene de lejos: “Desde que le echan a la paella todo tipo de ingredientes y dicen que es comida española…”. La guinda la pone Luisadiezlavid: “Madre mía, de español solo tenía el nombre, eso es una felonía”.

El vídeo, que ya acumula miles de visualizaciones, se ha convertido en un ejemplo más del shock cultural al que se enfrentan muchos españoles cuando cruzan el charco. Porque una cosa es la fusión y otra muy distinta es cargarse una receta. Y si encima se presenta como auténtica, pues se lía. Normal.