Yang, un hombre de 64 años, de la provincia de Anhui, situado al este de China, acudió al médico por un fuerte dolor abdominal. Al no poder soportarlo más, acudió al centro médico para solicitar un chequeo para comprobar qué era lo que le provocaba un malestar que hasta entonces no había tenido. La suerte estuvo de su lado.

Los médicos, tras revisar su sistema digestivo mediante una tomografía computarizada abdominal, se quedaron de piedra al descubrir que en su interior tenía un cepillo de dientes de unos 17 centímetros de largo. La cosa no se quedó ahí, porque el producto higiénico llevaba en su interior desde hace 50 años.

Cuando Yang tenía 12 años, se tragó sin querer un cepillo de dientes. Ante el miedo de las represalias de sus padres, lo ocultó en ese momento pensaba que, en algún momento, el objeto se disolvería en el estómago, pero no fue así.

Inmediatamente, los médicos le operaron con urgencia en una intervención quirúrjica que duró más de una hora. Tal y como relata el diario South China Morning Post, uno de los médicos advirtió que el cepillo podría haber rotado, presionado y perforado el tejido interno, provocando una "perforación intestinal y ser mortal".

Sin embargo, han detallado que se quedó incrustando en un hueco del intestino y que apenas se movió durante años, por lo que hasta el momento el sistema digestivo pudo funcionar con total normalidad. Ha sido el objeto más largo que el hospital de China había extraído del sistema digestivo, al menos desde hace tres años.