'The Guardian' pone el foco en este pueblo de Albacete: su caso y su alcalde son casi únicos en España
"No se trata solo de economía, si no también de humanidad".

El municipio albaceteño de Villamalea ha cruzado fronteras y ha llegado hasta los lectores del periódico británico The Guardian, ya que la periodista Ashifa Kassam le ha dedicado un reportaje por la sorprendente postura sobre la inmigración que se ha adoptado desde esta localidad.
El 25% aproximadamente de los 4.300 habitantes de Villamalea es de origen extranjero procedentes de 32 nacionalidades diferentes. Su alcalde, el 'popular' José Núñez ya defendió este cruce de credos y culturas en un reportaje que hizo el pasado mes de agosto el periódico El País: "Aquí lo tenemos todo muy naturalizado, no sé si somos ejemplo, pero es lo que debería de ser".
Durante esos días se había aprobado por unanimidad -hay representación del PP, PSOE e IU- una moción impulsada por varios colectivos para apoyar la Iniciativa Legislativa Popular que busca regularizar a los inmigrantes indocumentados en España. Tal y como se ha contado en el reportaje de The Guardian, la mano de obra extranjera ha ayudado "a convertir la ciudad en un peso pesado de la agricultura, mientras se transforma el pueblo en un rico tapiz de residentes cuyas raíces se remontan a 32 países".
"Ni siquiera lo debatimos, todos nos sumamos de inmediato. Hay mucho trabajo por hacer. Y podría haber aún más; el problema de estas empresas es que no encuentran suficiente personal para trabajar", ha declarado el alcalde al citado medio. Además, el alcalde ha argumentado que "no se trata solo de economía, si no también de humanidad".
The Guardian también ha hablado con vecinos y asociaciones de la localidad, que han mostrado su apoyo a esta iniciativa y han restado importancia a los intentos de la extrema derecha de criminalizar la inmigración: "Aquí cada uno tiene su vida y su mundo, pero cuando nos reunimos, todos nos llevamos bien".
Además, Pérez ha narrado que "hubo un día en que los practicantes del islam fueron a la iglesia y conocieron el espacio de oración, y luego los católicos fueron a la mezquita y lo experimentaron". "Y unos dos meses después, las cinco religiones que tenemos en Villamalea nos reunimos para rezar en la iglesia", ha añadido.
Finalmente, el alcalde ha dejado claro que no le importa tener posturas contrarias a las del PP a nivel nacional porque, como ha justificado, "no me paga mi partido, me paga la gente de este pueblo". "En mi partido, como en todos los partidos, hay diferencias de opinión. Pero si se mira el panorama general, no somos tan diferentes", ha rematado.
