Muchas novias rastrean la web en busca de descuentos o clones de algún modelo que les gusta, pero tras encargarlo por internet, algunas reciben algo muy alejado de lo que vieron en las fotografías. Algunas páginas de Facebook como Brides Beware, Knockoff Nightmares o International Ownership recopilan los horrores que se han encontrado algunas en lugar del vestido de sus sueños. Aquí tienes a quince novias que seguro que quisieron devolverlo nada más abrir el paquete.
El vestido fue un modelo inspirado en la 'línea princesa'. El vestido era de corte continuado desde los hombros al suelo.
El vestido que llevó Letizia Ortiz iba ceñido al talle y contaba con una falda amplia.
Como ya había adelantado el propio diseñador, el escote del vestido de novia de Letizia Ortiz fue modesto: en pico y forma de corola.
Tanto las manoplas de las mangas como el escote delantero y trasero iban bordados por ambos lados en hilo de plata y oro hilado. También el delantero de arriba a bajo.
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Igual que las manoplas de las mangas, la parte delantera del vestido y escote delantero, el escote trasero del vestido iba bordado en hilos de plata y oro.
La diadema, regalo del káiser Guillermo II de Prusia a su única hija, la princesa Victoria Luisa, es de platino y diamantes. Cuenta con un característico brillante que cuelga en forma de lágrima justo en el centro.
De forma triangular y con unas medidas de tres metros de largo por dos de ancho, el manto era de tul de seda natural e iba bordado a la aguja siguiendo las técnicas del siglo XIX.
Eran unos aretes en platino con seis diamantes talla pera de 2,44 quilates, dos diamantes talla brillante de 1,22 quilates y dos diamantes talla brillante de 4,54 quilates.
Eran unos aretes en platino con seis diamantes talla pera de 2,44 quilates, dos diamantes talla brillante de 1,22 quilates y dos diamantes talla brillante de 4,54 quilates.
Tanto las manoplas de las mangas como el escote delantero y trasero iban bordados por ambos lados en hilo de plata y oro hilado. También el delantero de arriba a bajo.
Igual que las manoplas de las mangas, la parte delantera del vestido y escote delantero, el escote trasero del vestido iba bordado en hilos de plata y oro.
La diadema, regalo del káiser Guillermo II de Prusia a su única hija, la princesa Victoria Luisa, es de platino y diamantes. Cuenta con un característico brillante que cuelga en forma de lágrima justo en el centro.
De forma triangular y con unas medidas de tres metros de largo por dos de ancho, el manto era de tul de seda natural e iba bordado a la aguja siguiendo las técnicas del siglo XIX.
Eran unos aretes en platino con seis diamantes talla pera de 2,44 quilates, dos diamantes talla brillante de 1,22 quilates y dos diamantes talla brillante de 4,54 quilates.