Nueve consejos para parejas a punto de divorciarse
Cuando las parejas frustradas que llevan casadas mucho tiempo acuden al asesor matrimonial y psicólogo familiar Aaron Anderson quieren consejo y lo quieren rápido.
"Normalmente, llevan varios años teniendo problemas y han intentado lidiar con ellos por su cuenta", explica Anderson, director de la Marriage and Family Clinic de Denver (Estados Unidos), a la edición estadounidense del HuffPost. "Lo han estado pasando mal por culpa de un matrimonio infeliz y ya han tenido suficiente, por eso acuden a mí".
Aunque los asesores matrimoniales como Anderson no tengan todas las respuestas, sus palabras suelen ayudar a aclarar las cosas. A continuación puedes encontrar sus mejores consejos para parejas con problemas que quieren arreglar su matrimonio.
1. Hay que preguntarse si merece la pena salvar aunque sea un 10% del matrimonio.
"Si las parejas se concentran en la parte positiva de la situación, por pequeña que sea, ya tienen una base sobre la que reconstruir su relación. La mayoría de los matrimonios tienen sentimientos encontrados con respecto al divorcio, pero han caído en un comportamiento tóxico en el que se centran en las debilidades del otro. Si son capaces de pensar en los aspectos en los que su matrimonio y pareja son buenos, tendrán la clave para empezar a reconstruir su relación". —Samantha Rodman, psicóloga de Takoma Park, Maryland (Estados Unidos).
2. Hay que tener en cuenta que puede tratarse de una mala racha.
"La actitud frente a una crisis matrimonial puede cambiar de querer darlo por perdido a querer arreglarlo durante un periodo de uno o dos años. Yo les digo a mis clientes que hay que dejar que las consecuencias de la crisis se asienten un poco para descubrir qué es lo que quieren de verdad". —Becky Whetstone, consejera matrimonial y psicóloga familiar de Little Rock, Arkansas (Estados Unidos).
3. Hay que volver a tocar a tu pareja, aunque resulte algo incómodo.
"Cuando vuestra relación está a punto de romperse, lo último que os apetece es daros abrazos y deciros cosas bonitas. Pero hay que hacerlo. Sí, cuando una relación tiene problemas, ser cariñoso no es natural, parece forzado y autómata. Una relación prospera gracias al afecto y al amor, por lo que hay que llegar a ese punto en el que empiece a parecer más natural. Mándale a tu pareja un mensaje romántico o envíale unas flores al trabajo. Sabrá que es algo forzado, pero por lo general, apreciará el gesto". —Aaron Anderson.
4. Hay que saber que el conflicto ofrece oportunidades de crecimiento.
"Que surjan problemas no significa que haya que poner fin al matrimonio. Los conflictos implican que se están abriendo paso nuevas oportunidades de crecer. Casi todas las relaciones pasan de una felicidad romántica a una lucha de poderes. Durante ese periodo de transición, solemos tener una actitud defensiva y de protección. Desde esa perspectiva, empezamos a justificar por qué todo es culpa de nuestra pareja. Esto ayuda a que nuestra pareja reaccione de manera negativa, normalmente alejándose o atacando. Esta situación puede crecer como una bola de nieve y acabar provocando que ambos miembros de la pareja crean que es imposible recuperar el amor que antes tenían. Pero sí que se puede recuperar si se emplean las técnicas de comunicación adecuadas. —Jeannie Ingram, consejera matrimonial de Nashville, Tennessee (Estados Unidos).
5. Hay que acostumbrarse a decir "yo" en vez de "nosotros".
"Todo el mundo sabe que el matrimonio es cosa de dos. Y cuando hay problemas tú también estás contribuyendo. En vez de decir cosas como 'discutimos mucho' o 'el sexo ya no es como antes entre nosotros', piensa en qué has hecho para contribuir a esos problemas. Por ejemplo, puedes decir cosas como 'discutimos mucho y yo contribuyo dejando que me molesten cosas insignificantes'. O 'el sexo ya no es como antes, pero tengo que mostrar una actitud más abierta cuando mi pareja pone de su parte'. Arreglar los problemas de cada uno puede suponer una mejora en la relación". —Aaron Anderson.
6. Hay que preguntarse por qué seguís teniendo ganas de arreglar vuestro matrimonio.
"El indicador más potente de que una relación es sana es la presencia del deseo de que la relación funcione, independientemente de las dificultades. Si los dos quieren que la relación funcione, es muy probable que lo consigan. Yo les digo que una buena forma de empezar es pararse a pensar en los beneficios de seguir juntos para todos los implicados (los miembros de la pareja, los hijos, etc.)". —Antonio Borrello, psicólogo de Detroit (Estados Unidos).
7. Hay que darse cuenta de que las relaciones no van a ser más fáciles con una pareja nueva.
"Céntrate en crecer y en curarte. Sí, puedes empezar de nuevo con otra persona, ¿y luego qué? Se repetirá la misma dinámica. En lugar de eso, es recomendable mantener una actitud abierta ante la posibilidad de ir a terapia. Si el divorcio es la respuesta, sigue adelante con esa decisión conscientemente, sin culpabilidad". —Jeannie Ingram.
8. Si se tienen hijos, hay que tener en cuenta lo que supondrá para ellos tirar la toalla o seguir intentándolo.
"No te divorcies si no estás seguro. En lugar de hacerlo, espera a que se aclaren las cosas. Si tienes hijos, no arrepentirse de nada significa poder decirles que hiciste todo lo que pudiste para salvar la relación". —Becky Whetstone.
9. Hay que concentrarse en lo que sí se puede cambiar.
"Solamente hay que centrarse en las cosas que puedes controlar. Para cuando vienen a verme, cada miembro de la pareja ha elaborado una lista enorme de cosas que hace su pareja y que le gustaría que dejara de hacer. Cosas como 'que no pase tanto tiempo viendo la televisión' o 'que deje de limpiar tanto y que venga a la cama conmigo'. Sí, no estaría mal que tu pareja dejara de hacer esas cosas, pero es cosa suya si quiere hacerlo. Dejar que algo así te irrite sólo consigue disgustarte innecesariamente. En lugar de eso, céntrate en las cosas que puedes controlar y deja que tu pareja arregle las suyas. Enseguida estarás más relajado, tendrás un mejor humor y, como resultado, la relación empezará a mejorar". —Aaron Anderson.
Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.