Los directores de 'La Sirenita' desmienten la leyenda urbana del cura cachondo

Los directores de 'La Sirenita' desmienten la leyenda urbana del cura cachondo

DISNEY

"¿Pero qué es ese cachivache?" Es una pregunta a la que muchos padres no quieren enfrentarse cuando sus hijos ven La Sirenita. Lo sentimos, papás, pero es posible que los niños no se refieran a la pieza de cubertería.

El obispo cachondo de La Sirenita se ha convertido en leyenda Disney. Supuestamente, durante la escena de la boda en el barco, el obispo que oficia la ceremonia no parece poder controlar el boquiche; un detalle que ha provocado en más de una ocasión que los no tan pequeños paren la película para soltar un par de risitas nerviosas.

¿Cuál era la intención de los dibujantes? ¿Es que ese pobre hombre no era capaz de controlar el cachivache?

Los compañeros de la edición estadounidense del HuffPost tuvieron la oportunidad en una ocasión de hablar con el animador de la escena, Tom Sito, que opina que "la gente solo ve lo que quiere ver". Pero ahora, gracias a los directores de La Sirenita, toda la verdad ha salido a la luz.

Durante la gira de promoción de Vaiana, los directores Ron Clements y John Musker lo confirmaron: "Se trata de un malentendido. En serio, estábamos allí, así que lo sabemos".

Clements se hace eco de las declaraciones del animador, Sito, y aclara: "El obispo tiene las rodillas huesudas". "El animador Tom Sito lo diseñó con unas rodillas protuberantes y no estaba pensando en ninguna otra cosa que no fuera este personaje de diseño ligeramente extravagante cuando lo creó. Nunca hubo otra intención", continúa.

Musker añade que se le dio tal bombo a esa escena que el presentador Mike Wallace llegó a preguntarle por ella a Michael Eisner —antiguo presidente y director ejecutivo de Disney— durante una entrevista para el programa de la CBS 60 minutes.

Según Clements, la verdad se hace más evidente cuando se ve la escena completa: "En otros momentos de la película se le ven claramente [las rodillas]". Y Musker insiste: "Es una leyenda urbana. No es cierta".

También con la película Hércules se produjo una polémica parecida. En la escena en la que el héroe griego está posando para un retrato —justo después del cameo de Scar—, irrumpen en la sala unas cuantas fans enloquecidas y una de ellas exclama: "Voy a desmayarme". Aunque no son pocos los que entendieron otra cosa.

Probablemente más de un nostálgico se haya quedado ojiplático al revisar la película, ya que parece que una de las admiradoras de Hércules dice "quiero follarle".

Quién sabe si nacerá algún mito con la nueva película de Disney, Vaiana. Si así fuera, a los directores no se les caerían los anillos. Ya están acostumbrados. "Estas cosas arrasan y se hacen virales", opina Musker. "No se puede hacer mucho al respecto", concuerda Clements.

Cuando uno se dedica al mundo de las películas Disney, asume que las leyendas urbanas son una parte de ééél.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido adaptado del inglés por Lara Eleno Romero.

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