Tejidos de estiércol y piel procedente del vino, así vestiremos en el futuro

Tejidos de estiércol y piel procedente del vino, así vestiremos en el futuro

La Fundación H&M premia a cinco proyectos que están reinventando la moda.

¿Producir piel a partir de los residuos de la uva? ¿Vestidos fabricados con estiércol? ¿Vaqueros que se pueden teñir gracias a otros viejos vaqueros? Todo esto es posible y es una realidad más cercana de lo que podemos imaginar. El pasado 5 de abril la Fundación HM concedió en Estocolmo los premios Global Change Award, unos galardones que reconocen las mejores innovaciones en el ámbito de la moda sostenible.

Por segundo año consecutivo y después de recibir 2.885 candidaturas de 130 países diferentes, la fundación repartió 1 millón de euros entre cinco proyectos que están reinventando el mundo de la moda y que contarán con la ayuda de Accenture y del Royal Institute of Technology de Estocolmo durante un año para avanzar y desarrollar sus ideas.

"Necesitamos una sociedad con gente a la que no le importe una mierda este planeta", dice Jalila Essaidi de Manure Couture, —uno de los proyectos premiados— en un encuentro con los medios en el que estaba presente El Huffington Post. Essaidi y sus compañeros han desarrollado un método en Holanda para obtener tejidos a partir de estiércol de vaca. "Una vez se tratan las fibras, obtenemos un tejido cuyo tacto y olor es similar al del algodón o la viscosa", explica Essaidi, que afirma que utilizarán el dinero de la beca para intentar aumentar la escala de producción "paso a paso".

Necesitamos una sociedad con gente a la que no le importe una mierda este planetaJalila Essaidi, Manure Couture

A las preguntas de cómo convencer a los clientes potenciales de comprar prendas fabricadas a partir de estiércol afirma que no están preocupados. "Sí, es mierda, pero es necesario que seamos honestos sobre los materiales originales que utilizamos y nuestras fuentes y recursos", explica. La idea inicial es ya una realidad, ya que el año pasado, tras mucho esfuerzo y una gran inversión, presentaron doce piezas en un pequeño desfile. "No fue barato ni sencillo, nos costó 150.000 euros", confiesa Essaidi.

  5c8ac3b73b000054066c87b5Getty Images

"Es cambiar las reglas del juego no solo para la industria de los vaqueros, sino para la industria de la moda en general", explica el profesor Xungai Wang refiriéndose a su proyecto Denim Dye-Denim. Junto con un equipo de la Universidad de Deakin (Australia), ha ideado un sistema que permite desintegrar los vaqueros viejos en minúsculas partículas y utilizarlas para teñir nuevas prendas. Esto evitaría la utilización de toneladas de agua que se necesitan en el proceso de tinte de los vaqueros, y que posteriormente contaminan ríos y mares.

El equipo de Solar Textiles investigaba sobre energías renovables cuando se percataron de que podían utilizar distintos tejidos para reducir las emisiones de dióxido de carbono. "Nos preguntamos si podríamos introducir lo que se estaba haciendo en el campo de la energía, en la producción", explica Miguel A. Modestino, portavoz del grupo. De esta forma, pretenden conseguir un equivalente al nylon (uno de los tejidos más contaminantes) utilizando únicamente agua, residuos vegetales y energía solar.

"A día de hoy no existe nada que de información a una empresa de reciclaje para separar las prendas", explica Natasha Franck de Content Thread, una especie de etiqueta virtual para conocer la composición de las prensas. "La única forma de separarlo de forma inteligente es introducir algún elemento digital en esos productos, de la misma forma que algunas marcas etiquetan sus prendas y las utilizan por ejemplo para inventario y logística", explica Franck. Su intención es que dentro de un año sea más fácil que las prendas incluyan este "pasaporte digital".

  5c8ac3b72300002f00e720c7VEGEA WINELEATHER

La producción de piel, tanto animal como sintética, supone la utilización de cantidades ingentes de agua y energía, además de sustancias tóxicas y metales pesados. Wineleather se presenta como una alternativa para los consumidores que busquen rechazar estas malas prácticas. ¿Su solución? Una piel fabricada a partir de los desechos de uva que quedan tras las vendimias. "Esta piel es totalmente natural, lo que soluciona otro problema relacionado con el mercado de la uva: los residuos, que cuando se queman producen dióxido de carbono". Así lo explica Rossella Longobardo, una de las integrantes del proyecto junto con Gianpiero Tessitore, Franceso Merlino y Valentina Longobardo, ganadores del primer premio, dotado con una beca de 300.000 euros para expandir su producto, que está en fase piloto.

"Tanto como la apariencia como la textura es exactamente igual a la de la piel tradicional", explica Longobardo que insiste en que con su proyecto quieren intentar desmitificar las pieles sintéticas y veganas, que en realidad no son responsables con el medioambiente. "Son de todo menos eco-friendly", destaca. Por ahora, Wineleather está intentando posicionarse en el mercado italiano. Buena muestra de ello es su participación en la feria del vino Vinitaly, una de las más importantes del mundo en el sector. "Además de marcas de moda y mobiliario, varias empresas del sector vinícola se han mostrado muy interesados en el proyecto", explica Gianpiero Tessitore a El Huffington Post, satisfecho tras su experiencia en el evento. Para el futuro también miran a España, por la importancia de nuestro país en la producción de vino mundial, pero no quieren apresurarse y buscan afianzarse paso a paso.

"Escalofriante". "Multidisciplinar". "Revelador". "Cambia la vida". "Abrumador". Con estas palabras definen los ganadores de las becas del Global Change Award de 2015 su experiencia tras un año de aprendizaje y de trabajo y desarrollo de sus proyectos. Para algunos de ellos la oportunidad sirvió para investigar y "conseguir que diseñadores y científicos puedan trabajar juntos", como es el caso de Making waste-cotton new, un proyecto de la Universidad de Aalto (Finlandia) que pretende dar una nueva vida al algodón y que en estos doce meses ha conseguido que se sumen nuevos socios al proyecto para hacerlo una realidad.

Todos destacan la importancia de que una institución con recursos como la Fundación H&M destine parte de sus fondos a la innovación. "Es algo inusual", explica Akshay Sethi, uno de los miembros del proyecto The polyester digester, que busca desintegrar en micropartículas el poliéster y darle un nuevo uso para fabricar otras prendas. Para Ann Runnel, que ideó un supermercado online para residuos textiles, es una "señal de que un cambio es posible y de que hay interés". Igualmente esperanzado se mostró el holandés Tjeerd Veenhoven, después de un año de trabajo para desarrollar tejidos bajo el agua a partir de algas. El proceso es difícil y requiere mucha investigación, pero Veenhoven se muestra esperanzado en tener los primeros hilos este mes de abril.

An amazing journey through the excellence of Made in Italy starts in @ferragamo #Milan with #FerragamoOrangeFiber collection.

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Otras innovaciones son hoy una realidad. Es el caso de Orange Fiber, una marca italiana que fabrica tejidos a partir de piel de naranja y otros cítricos. "Hemos hecho el cambio de una start-up a una empresa real", comenta Enrica Arena, una de sus fundadoras. Por ahora buscan consolidar las colaboraciones que han hecho con distintas marcas e inversores en la industria. No es poca cosa, ya que tienen por delante una colaboración con la marca italiana Salvatore Ferragamo que ha confeccionado una colección cápsula con los tejidos de Orange Fiber. Las prendas ya están en varias boutiques de la marca y se pondrán a las venta el 22 de abril, coincidiendo con el Día de la Tierra. El futuro se antoja prometedor para Arena y su compañera Adriana Santanocito.

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