Estas canciones hablan de sexo y no te habías dado cuenta

Estas canciones hablan de sexo y no te habías dado cuenta

Si entró en 'shock' al descubrir lo que era 'Montarme en tu velero', Amaia no se repone de esta.

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Cantarle al amor es recurrente, al desamor también y al sexo no iba a ser menos. Muchos artistas han decidido hacerle una oda al encuentro sexual en todas sus variables. El significado de estas canciones tiende a permanecer oculto por parte de sus compositores que, tirando de picaresca, introdujeron referencias sexuales mucho antes del reguetón.

Pillarlas no siempre es fácil, si no que se lo digan a Amaia que se quedó en shock al saber qué se refería el grupo La Fiesta con la canción Quiero montarme en tu velero. ¿Te habías planteado lo que significaba para Juanes tener el difunto debajo? ¿O "la barra de metal" de Kevin Mcalister de Supersubmarina? Sí, mirándolo con la mente sucia todo cuadra: sexo.

Estas 17 canciones hacen una referencia —en algunos casos obvia, en otros, no tanto— al sexo y órganos sexuales.

Una de las canciones más conocidas del colombiano habla del sexo, o más bien, de la impotencia sexual. La letra de la canción indica que una ruptura le ha hecho casi "perder su cama" o lo que se puede entender como el apetito sexual. Sí, "el difunto" debajo de la camisa negra es el pene con disfunción erectil.

"Yo por ti perdí la calma y casi pierdo hasta mi cama / Come on, come on, come on baby / Te digo con disimulo que tengo la camisa negra y debajo tengo el difunto".

El mejor amigo del hombre para Romeo Santos no es el perro, sino su miembro viril. Para colmo, la canción la canta con Julio Iglesias quien, al enterarse del verdadero significado, llamó al propio Santos para confirmar si era verdad que la canción iba dedicada al "pito". El rey de la bachata utiliza metáforas como su "aliado", "confidente en mis hazañas" o "compinche en mis deseos".

"Ha sido mi aliado, me acompaña confidente en mis hazañas / Es mi amigo fiel / Ardiente, hiperactivo, aventurero / Un compinche en mis deseos / Que influyente es él".

Sí, es cierto que los vis a vis se centran en los encuentros sexuales, pero Leiva aparentemente utiliza esta metáfora para cantarle al amor prohibido e imposible. Aunque no consigue escapar de unas referencias al sexo más evidentes. Por si no lo coges, aquí un guiño al sexo oral.

"Que bonito mirar la sombra que hacen las rejas mientras meto las orejas en el centro de tu andar".

Este canto al amor imposible del asturiano esconde un mensaje un poco menos romántico. El querer desvirgar a una jovencita inalcanzable para el autor. Sí, ese "astronauta" quería poner otro tipo de bandera. Guiño, guiño.

"Tu astronauta / El primer hombre que pise tu luna clavando una bandera de locura para pintar tu vida de color, de pasión".

Tanto calor en verano no podía llevar a nada bueno. El rey de las canciones del verano tenía un chiringuito y quería que las chicas probasen su "sardina". Entre las delicias culinarias de la canción encontramos referencias muy sutiles a los atributos femeninos como "conejo a la francesa", "pechuga a la española" y "almejas a la inglesa".

"Las chicas en verano no guisan ni cocinan / Se ponen como locas si prueban mi sardina".

Después de que Amaia de Operación Triunfo descubriese lo que significa "montarse en el velero" y "ponerse el sombrero", seguro que ya no puedes escucharla igual. La canción compuesta por Alejandro Abad a mediados de los 2000 e interpretada por La Fiesta habla del sexo, eso sí con protección: poniéndose el sombrero.

"Quiero montarme en tu velero, ponerte yo el sombrero / Y hacernos eso, ay ay ay ay".

El cantautor asturiano también escribió alguna canción de amor que se subía de tono más allá del Solo pienso en ti. En este tema, deja ver que también le gusta besar otras partes del cuerpo más allá de la boca de su amada.

"Nada sabe tan dulce como su boca, tan solo alguna cosa que no se nombra".

No es que el compositor dominicano creyese en la reencarnación. Eso de "tocar mi nariz en tu pecera" y "pasar toda la noche mojado en ti" no tenía ninguna relación con el mundo marino, quiere decir lo que todos estamos pensando.

"Quisiera ser un pez para tocar mi nariz en tu pecera y hacer burbujas de amor, por donde quiera / Pasar la noche entera mojado en ti".

Seguro que más de una vez has cantado ese "a wop bop a loo bop a lop bam bam" con el que comienza este clásico del rock and roll. Pues este tema hacía una clara referencia al sexo homosexual. De hecho, el término Tutti Frutti era un concepto que se utilizaba en los años 60 para referirse a los ambientes gais. La letra original, que tuvo que ser modificada, decía así:

"Tutti Frutti, good, booty / If it don't fit, don't force it / You can grease it, make it easy".

"Tutti Frutti, buen culo / Si no entra, no lo fuerces / Puedes lubricarlo, hazlo más fácil".

El conjunto de Baeza (Jaén) decidió escribir una canción inspirada en el conocido protagonista de Solo en casa imaginando qué pasaría si hiciese una fiesta con veintitantos años. ¿El resultado? Muchas sutiles metáforas sexuales.

"Esta noche alguien va a probar mi barra de metal / La que no se enfría jamás, siempre está hirviendo / Y ahora yo quiero jugar a ser gigante / Pensemos en horizontal, yo voy delante".

La cantidad de alimentos y frutas que se mencionan en esta canción escondían otro tipo de comida (ejem, ejem). Los labios no eran precisamente de la boca, desde el negro del mejillón a la fruta de la pasión, todo son referencias a la vulva.

"Venus salida del mar del negro de un mejillón / Son tus ojos en su punto de sal / Sabor de amor / Tu olor me da hambre [...] Labios de fresa sabor de amor, pulpa de la fruta de la pasión".

En esta canción, las mujeres paran taxis y hacen vino. Lo que en España parece carecer de sentido, en Latinoamérica tiene un significado bastante diferente. "Hacer vino" es una forma vulgar de decir masturbar y "parar" quiere decir levantar. Atando cabos, el inocente hecho de parar un taxi con una mano ya no lo es tanto.

"Queremos darle una bienvenida a todas las mujeres que hacen vino [...] Lo paró con una mano, lo paró que yo la vi".

Esta canción del grupo de Alberto Jiménez y compañía hace una metáfora religiosa relacionada con la iniciación en las relaciones homosexuales. En varias entrevistas, el vocalista ha afirmado que se trata de una crítica directa al concepto que tiene la Iglesia de la homosexualidad.

"Torpeza de enmarcar / No te lo he dicho nunca y no voy a empezar / Parece solo un juego, pero te va a matar [...] Todos los santos menean el rabo por ti".

Esta canción es uno de los primeros éxitos de la extremeña y, aunque parece decirlo todo con el título, seguro que no te habías parado a pensar que la forma de "pensar en el sillón" usando las manos era una clara oda a la masturbación.

"Perdida en el sillón de mi cuarto pienso en ti con mis manos / Una y otra vez, dulce barbaridad".

Una de las princesas anónimas de Pereza fue Margot. La letra hace referencia a una chica joven, cabeza loca y que monta "la fiesta" sola en la habitación. Lo que dejaba entrever la letra, lo mostró claramente su videoclip, censurado por mostrar imágenes explícitas de una joven masturbándose.

"Entre tu mezcla de la carne y el cañón / Magdalena siempre puesta hasta la bandera, empezaste a montar la fiesta sola en tu habitación".

El clavel es símbolo de la pasión y esta canción de La chipionera lo deja claro. La flor es una referencia fálica que ha cuidado cerca de su boca y que "se enciende cuando estás cerca". Esta no es la única pulla sexual que ha lanzado la coplera, también en su canción Si amanece hablaba de "llenar de amor".

"Un clavel a la orilla de mi boca cuidé yo como una loca / Poniendo mi vida en él / Y el clavel al verte, cariño mío, se ha puesto tan encendío que está quemando mi piel".

Entre tanta carne, los motivos sexuales estaban claros. Esta fiesta con amigos en la que se comen pechugas, costillas, muslos y solomillos a la brasa también caldea el ambiente dando pie a otro tipo de comportamientos.

"Voy echando leña al fuego y siguiendo con el juego / Cuando quieren darse cuenta, las parejas se calientan y no pueden esperar".

Si se te ocurre alguna otra canción con referencias sexuales ocultas, no dudes en enviárnosla a participa@huffingtonpost.es.

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Soy redactora de LIFE en El HuffPost España y mi misión es acercarte la última hora del mundo de la cultura, la música y el entretenimiento.

 

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Escribo principalmente de música, cultura, cine, series y entretenimiento porque, aunque sirva para desconectar, bailar o echar un rato entre palomitas, la cultura esconde mucho más. Evitando el elitismo, trato de tender la mano a las nuevas tendencias de la industria musical o del audiovisual a través de entrevistas con artistas emergentes —que pronto dejarán de serlo— y compaginarlo con el análisis de lo más mainstream como Taylor Swift o Bad Bunny.


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Nací en Málaga, donde estudié Periodismo por vocación en la Universidad de Málaga, entre playlists de Spotify, discos y conciertos. Antes de incorporarme a El HuffPost en 2017, colaboré diversas revistas culturales y de entretenimiento. En 2016 trabajé en el departamento de comunicación de UPHO Festival, un festival de fotografía contemporánea urbana parte del proyecto europeo Urban Layers. Y, aunque sigo echando de menos Andalucía, me trasladé a Madrid para estudiar el Máster en Periodismo Cultural en la Universidad CEU San Pablo. En 2018, compaginé mi trabajo en El HuffPost con la coordinación de proyecto de la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE celebrada en CentroCentro. Desde 2017 trabajo en El HuffPost España, donde he logrado una nominación a los premios GLAAD y ser finalista de los Premios Papageno en 2022.

 


 

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