Dos actores despiertan a carcajadas a media Italia desde hace 22 años
Los que hacemos radio, reconocemos el gusanillo que se mueve en el estómago cada vez que se enciende la luz roja señalando el directo. Marco Presta y Antonio Dose, llevan 22 años haciendo reír a carcajadas, con su particular programa matutino de radio, a su millón de oyentes a través de la radio pública italiana, la RAI 2.
Antonello Dose y Marco Presta en directo. (Fotografia Alicia Romay)
Los que hacemos radio, reconocemos el gusanillo que se mueve en el estómago cada vez que se enciende la luz roja señalando el directo. Emocionar con la voz no es cosa fácil, pero más difícil es hacer reír a medio país todas las mañanas desde hace más de 20 años... ¡chapeau!
Marco Presta y Antonio Dose, llevan 22 años haciendo reír a carcajadas, con su particular programa matutino de radio, a su millón de oyentes.
Se entienden a la perfección como si fuera una perfecta pareja, eran compañeros de la parroquia a la que iban de pequeños, se hicieron los mejores amigos y siguieron la misma carrera: teatro.
Nunca se les pasó por la cabeza hacer radio, eran oyentes pero nada más. Sin embargo, trabajando ambos en la televisión italiana, Renzo Arbore, uno de los inventores de los formatos más rentables de la televisión y de la radio italiana, se fijó en ellos, les dijo que querían hacer un experimento y que si se apuntaban. Aceptaron y se lanzaron a crear un programa en tono de sátira de actualidad y hasta hoy.
Lo primero que inventaron fue el nombre del programa y no se les ocurrió otra cosa que llamarlo Il rugitto del coniglio (El rugido del conejo).
Fotografia Alicia Romay
El humor italiano es similar al español, pero difiere en algunas situaciones, la ironía en Italia es lo mas común, y más tratándose de temas políticos o de personajes de actualidad, llámese Berlusconi o el de moda, Donald Trump.
Antonello y Marco arrasan con su programa matinal en directo, de lunes a viernes, de las 7.00 a las 10.00. Los martes y los jueves tienen en el estudio a unos 20 invitados con los que interactúan como si fuera un pequeño teatro, pero a pesar de que sólo son 20 los privilegiados que presencian en directo el programa, un millón de italianos lo escuchan a través de internet, en sus casas con receptores antiguos de radio o desde sus oficinas.
Y ellos se enfrentan cada día a sus micrófonos haciendo reír salvajemente a media Italia.
La fórmula que utilizan es aparentemente sencilla, pero a la vez complicadísima. Apuestan por el humor, por la sátira, por darle la vuelta a los temas de actualidad y siempre buscando provocar la risa. Es fácil hacer llorar, pero hacer reír todos los días es una tarea muy complicada.
Charlar con ellos me ha recordado la entrevista que le hice a José Mota. Los cómicos, en general, son personas serias y se podría decir que hasta un poco introvertidas.
Marco y Antonello no dejan títere con cabeza, se meten con políticos, actores, famosos, nacionales e internaciones, de todo tipo de ideologías. Al preguntarles si los aludidos les llaman para quejarse o defender su postura, comentan: "Es algo muy peculiar, pero este programa funciona como si fuéramos todos una familia. En las familias se pasan momentos malos y buenos, se discute y se sonríe, pues nosotros igual. Al llevar tantos años en antena, la gente nos siente como parte de su familia, nos tiene aprecio, es algo maravilloso, y cuando algo nos les gusta, nos llaman, lo hablamos y acabamos por lo general riéndonos todos, igual que sucede estando en familia".
Fotografia Alicia Romay
Italia es un país en el que hay noticias buenas y malas por minutos, los italianos son muy inquietos y eso hace que no falten temas. "Si algún día están en medio de algún sketch cómico y salta en el teletipo una noticia negativa, como podrían ser los recientes terremotos, cambiamos inmediatamente de registro, damos la noticia y retomamos la risa. No es algo fácil, pero se puede hacer" y añaden, "el programa es sumamente cansado, pero al ser tan divertido nos ayuda a tener energía para levantarnos todos los días".
Llevan una vida bastante organizada. Antonello se despierta cada mañana a las 5.15 y Marco a las 5.30, uno por las tardes se echa una siesta de una hora pero el otro se dedica a escribir guiones y a colaborar en otros sitios. Han pasado por España en un crucero que atracó en Barcelona y desde el que hicieron el programa en directo.
Todos los años renuevan el contenido del programa, la música y los personajes, ellos dicen que seguramente esto ha hecho que la gente les siga de generación en generación. Tienen audiencia de todo tipo, incluyendo oyentes que hablan español y que de vez en cuando llaman al programa para participar.
Dicen que tienen la impresión de que en España se vive mucho mejor que en Italia y, según ambos, es por el sentido que se tiene por la vida; mientras que los italianos se quejan todo el tiempo, los españoles sólo piensan en lo bien que se lo van a pasar al salir del trabajo o cada vez que puedan.
"Es más sabio vivir como viven los españoles", dicen.