España, favorita para acoger la tercera factoría de BYD en Europa, según Reuters
El fabricante chino de vehículo eléctricos, que ya construye plantas en Hungría y Turquía, valora los bajos costes energéticos de la planta y la red industrial del país.
España se ha convertido en la principal candidata para acoger la tercera planta de producción europea de BYD, el mayor fabricante de automóviles de China y competidor directo de Tesla, según ha adelantado Reuters citando a dos fuentes conocedoras de las negociaciones. La decisión, que aún no es definitiva, se adoptará antes de que acabe el año y deberá contar con la aprobación de los reguladores chinos.
De confirmarse, el proyecto supondría un impulso decisivo para el objetivo del Gobierno español de consolidar el país como un polo industrial del vehículo eléctrico en Europa. La planta se sumaría a las que el grupo asiático ya tiene en marcha en Hungría —actualmente en construcción— y Turquía, cuya apertura está prevista para 2026.
Una de las fuentes consultadas por Reuters aseguró que España parte con ventaja por sus menores costes de fabricación y su red energética limpia, factores que encajan con la estrategia de expansión de BYD en el continente. Aunque se sabía que la compañía buscaba un tercer emplazamiento, esta es la primera vez que se señala expresamente a España como favorita.
El director general de BYD para España y Portugal, Alberto de Aza, ya había afirmado el mes pasado, en declaraciones a Reuters, que el país sería “un lugar ideal para ampliar la huella industrial europea” de la marca, gracias a su infraestructura y a la electricidad a bajo precio. No obstante, una tercera fuente matizó que la empresa todavía sopesa otros destinos y que no se ha comunicado ninguna decisión final. Tanto el Ministerio de Industria como la propia BYD han declinado hacer comentarios.
El contexto favorece a España. El país, segundo productor de automóviles de Europa, ha atraído en los últimos años grandes inversiones de Volkswagen, Chery o CATL tras la puesta en marcha en 2020 de un plan de 5.000 millones de euros financiado con fondos europeos para captar proyectos vinculados al vehículo eléctrico y las baterías.
El avance llega además en un momento de estrechamiento de los lazos diplomáticos y comerciales entre Madrid y Pekín. En 2024, España se abstuvo en la votación de la Unión Europea sobre los aranceles a los coches eléctricos chinos, una decisión que contrasta con la postura de Alemania, que votó en contra. Según Reuters, el Gobierno chino pidió entonces a sus fabricantes de automóviles que paralizaran las inversiones en países europeos que respaldaran esas tarifas.
BYD, cuyo negocio europeo se ha disparado un 280% en los ocho primeros meses de 2025, planea producir todos los vehículos destinados al continente dentro de la propia región en un plazo máximo de tres años, una estrategia con la que busca evitar los aranceles comunitarios y reducir costes logísticos. La planta húngara, que debía arrancar este año, ha retrasado su producción masiva a 2026, según adelantó también Reuters en julio.
La elección de España consolidaría la posición del país en la nueva geografía industrial del coche eléctrico, pero la decisión final dependerá del visto bueno de Pekín. Hasta entonces, la incógnita sigue abierta: ¿apostará BYD por reforzar su presencia en el sur de Europa o buscará un destino alternativo más próximo a sus actuales centros de producción?