7 errores que seguro que has cometido en las fiestas de tu pueblo (y seguirás cometiendo)

7 errores que seguro que has cometido en las fiestas de tu pueblo (y seguirás cometiendo)

Hacerte fotos a altas horas de la madrugada, darlo todo el primer día, abusar de los botellines de cerveza...

Getty Images

Ha llegado julio y con él empiezan oficialmente las borracheras, los tercios de cerveza con los amigos, las vacaciones, la piscina y algo que muchos esperan ansiosos durante todo el año: las fiestas de los pueblos.

Sí. Porque el que tiene pueblo sabe que esas fechas son sagradas. Como un ritual que lleva ocurriendo desde que tienes edad para salir y, que si te pierdes, no te lo podrás perdonar durante los siguientes 365 días.

Las fiestas de los pueblos siempre dejan recuerdos memorables. Pero no todos son alegres y divertidos. De hecho, siempre hay episodios en fiestas que uno espera que se borren del recuerdo de los presentes, pero eso no pasa muy a menudo. Por eso, te alertamos de algunos errores que todo el mundo ha cometido alguna vez ( y que posiblemente, sigas cometiendo de aquí en adelante, aunque no quieras).

Hace mucho que no ves a tus amigos y cuando llegas a tomarte la primera copa está sonando Chiquilla, de Seguridad Social. Todos cantan y decides mezclarte con la multitud y servirte bien de ron para adaptarte al entorno. De ahí cambian a un poco de Ska-p; No rompas más, de Coyotex Dax y después el Mago de Oz (está comprobado que TODO el pueblo se sabe la canción de La Fiesta Pagana). Empieza la primera noche de las fiestas que llevas esperando tanto tiempo.

Total, que para cuando suena Paquito el Chocolatero, tú ya estás tan en tu salsa que parece que el DJ te ha leído el pensamiento.

La euforia te nubla la mente. Y se te olvida que te quedan aún dos días de fiesta por delante. Encima, uno de ellos es el sábado, que siempre es el mejor de todos. Pero cuando te despiertas el segundo día y te das cuenta de que has quedado con la peña en un par de horas para la charanga y el aperitivo, estás así...

Oh dios mio, necesito ayuda.

Empieza a amanecer y te da igual. Sabías lo que pasaría y llevas gafas de sol, por si acaso. Te las pones y te ves perfecto. Tus amigos también se ven bien y quedáis en tomaros la última cerveza para esperar a que repartan los churros y el chocolate caliente (en ese momento te parece una fantástica idea tomar chocolate después de esa última copa).

Algunos deciden empezar a arrastrarse al puesto de churros y otros deciden hacer la retirada y abrazar a su cama. En ese momento, la plaza del pueblo tiene más o menos esta pinta...

Sin mencionar la cola de borrachos hambrientos que se congregan frente al puesto de churros minutos antes de que abran.

Un clásico de las fiestas. Todos sois mejores amigos durante esos tres días del año, aunque el resto del tiempo ni siquiera te acuerdes de los nombres de las personas con las que hablas y bailas. Un descansito, un cigarro o un paseo hacia el baño es suficiente para que te abras y cuentes tus mayores preocupaciones (en ese momento la mayor de todas es dónde encontrar hielos) y secretos a un desconocido.

Es posible que el alcohol, la música y la felicidad que sientes de estar de vacaciones y de fiesta haga que esa noche tu nuevo amigo y tú estéis así:

Pero el alcohol también puede afectar de otra forma y, a pesar de que esa noche os sentisteis muy unidos, el resto del año esa persona te saluda y tú no recuerdas ni una palabra de lo que le dijiste.

¿Quién eres tú? ¿Somos enemigos?

Es un error muy común que no te deja disfrutar plenamente de las fiestas. La celebración no es sólo por la noche con los conciertos y demás. Hay mucho, mucho más. Por eso no hay que caer en la trampa de darlo todo a altas horas y dormir durante todo el día.

La ropa de la peña, los brazos, la cara... Da igual lo mucho que te insistan o que te digan que será una obra de arte. NO DEJES QUE UN BORRACHO TE PINTE. Después de uno, viene otro... Y al final acabas hasta arriba de firmas y dedicatorias de gente que, o no sabes quién es, o no saben escribir recto... A altas horas de la madrugada te da igual, pero cuando toca quitártelo al día siguiente te acuerdas de toda su familia.

¿Quién no se ha hecho 2786962762 fotos en las fiestas del pueblo de las que luego se arrepiente? Llevas un sombrero de purpurina rosa, los brazos pintados (sí, al final dejaste que te pintasen), la cara del que lleva de fiesta varios días y, el 80% del tiempo, llevas una copa o una cerveza en la mano. Acuérdate de eso cuando llegue el típico amigo que no para de hacer fotos y que, por supuesto, subirá a redes sociales todas aquellas en las que salga bien. Sin importarle lo más mínimo cómo sales tú.., Así que si te evitas este tipo de fotos, evitarás también esta reacción al verlas colgadas en las redes sociales:

¡Soy muy fea!

Bajo ningún concepto. En serio. Diles a tus amigos que te paren si a tu 'yo' del futuro se le ocurre hacerlo. Llega un momento en la verbena en que puedes sentirte Justin Bieber. Pero la realidad es que no llegas ni a Chiquilicuatre. Por eso, es importante que NUNCA te ofrezcas voluntario cuando el cantante pide a alguien que suba a cantar. Tus gallos y tambaleos intentando bailar te perseguirán en una veintena de vídeos durante toda la vida. En esos casos es mejor dejar eso de cantar para la intimidad...

Una vez que tienes estos consejos en cuenta, podrás disfrutar de una fiestas ¡MEMORABLES!