Cinco claves para entender el caso de Julian Assange

Cinco claves para entender el caso de Julian Assange

Arranca el juicio contra el fundador de Wikileaks para determinar si es extraditado a EEUU.

Julian AssangeEFE

Arranca en Londres el proceso de extradición a Estados Unidos de Julian Assange, fundador del portal Wikileaks, por haber difundido información confidencial del país en 2010.

La cita será este lunes en los juzgados de Woolwich, junto a la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, donde Assange permanece encarcelado desde su detención en abril de 2019 en la embajada ecuatoriana en Londres, lugar en el que permaneció asilado durante casi siete años.

Comienza el esperado juicio y estas son las claves para entenderlo:

El fundador de Wikileaks está acusado de 18 delitos por haber supuestamente violado la Ley de Espionaje estadounidense cuando publicó documentos militares y diplomáticos clasificados. En total fueron difundidos 400.000 relacionados con la guerra de Irak, otros 90.000 de la guerra de Afganistán y 250.000 del Departamento del Estado (conocido como el “Cablegate”), más cientos de documentos relacionados con la prisión de Guantánamo.

Assange se enfrenta a un cargo de conspiración por haber recibido información de defensa nacional, siete por la obtención de dicho material, nueve por haber revelado y difundido la misma, y un último por conspirar para acceder a un puesto informático.

La acusación ha reiterado que Assange “alentó a fuentes con acceso a información clasificada a que la robaran y la entregaran a Wikileaks para su divulgación”.

El acusado se personará este lunes en el juicio y contará con la defensa de un equipo de legalistas que estará coordinado por el exmagistrado Baltasar Garzón. “Haremos todo lo necesario a nivel nacional e internacional para defender los derechos de Assange porque entendemos que es una clara persecución política basada en falsedades”, expresaba el jurista, quien considera que Assange es víctima de una “persecución política” y de una ofensiva contra la libertad de prensa.

“Nos estamos preparando a conciencia para un caso en el que la mayor superpotencia mundial se lleva preparando desde hace 10 años”, añadía por su parte Jen Robinson, abogada del fundador de Wikileaks, que no podrá representarle ante el tribunal al no tener categoría de barrister, y cuya defensa en sala racaerá en manos de Edward Fitzgerald.

Robinson sí se sentará en el banquillo pero como testigo. La abogada australiana ha asegurado que Donald Trump ofreció al prófugo ser indultado si relataba en su declaración que Rusia no había tenido nada que ver con filtraciones de los correos de la campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en 2016.

Según ella, el congresista estadounidense republicano, Dana Rohrabacher –en el punto de mira por si estrecha relación con Vladimir Putin– acudió a la embajada de Ecuador en Londres para transmitirle la oferta del mandatario estadounidense.

Unos hechos que desde la Casa Blanca han sido desmentidos alegando que la relación entre Trump y Rohrabacher es prácticamente inexistente: “Ni le ha hablado sobre este tema ni casi sobre ninguno. Es una invención completa y una mentira total”, ha asegurado la portavoz de la Casa Blanca Stephanie Grishman.

Los delitos por los que se pide la extradición de Assange suman en total una condena de prisión de más 175 años de cárcel.

La audiencia se dividirá en dos partes, por un lado la primera se extenderá hasta el final de esta semana, y posteriormente habrá un retroceso hasta el próximo 18 de mayo. El fallo de la sentencia no se espera antes de septiembre y podrá ser apelado.

No es el único frente que el fundador de Wikileaks tiene por delante. Assange paga una condena de 50 semanas ante la justicia británica por haber violado la libertad condicional en la que se encontraba en 2012, cuando temiendo una posible extradición a Suecia por presuntos delitos sexuales, se asiló en la Embajada de Ecuador en Londres, beneficio que fue garantizado por el entonces presidente, Rafael Correa.

Además, durante los siete años que permaneció allí, cada uno de sus movimientos fueron grabados las 24 horas del día: movimientos, visitas e incluso chequeos médicos.

Según denunció el diario El País, la empresa española Undercover Global, contratada por el Ejecutivo ecuatoriano, habría espiado al australiano para informar a los servicios de inteligencia estadounidenses. Hechos denunciados por la defensa: “Nuestras reuniones legales fueron grabadas y entregadas por la compañía de seguridad a los Estados Unidos. Esa es una violación fundamental de nuestro derecho al privilegio legal y el derecho de Julian a la defensa”, sostuvo Robinson.

El Gobierno Lenín Moreno negó que estuviera espiando a Assange, a quien acusó de montar un “centro de espionaje” en la sede diplomática.