Graban a jóvenes jugando en Madrid tras el toque de queda, sin mascarillas ni distancia

Graban a jóvenes jugando en Madrid tras el toque de queda, sin mascarillas ni distancia

El vídeo se ha viralizado en las redes sociales y ha causado una enorme indignación por la falta de civismo que retrata.

Varios de los jóvenes que se pusieron a jugar el jueves en el centro de Madrid.Enrique G. Pozo (CADENA SER) / Twitter

Noche cerrada, más allá del toque de queda por el estado de alarma ante la Covid-19. Todo el mundo debería estar en su casa, salvo excepciones justificadas. ¿Todo? ¡No! Unos irreductibles jóvenes siguen en las calles del centro de Madrid y, por si fuera poco, se ponen a jugar en la calzada, sin mascarillas y sin distancia de seguridad. Un pleno al 15 en falta de civismo.

Las imágenes de esta juerga, una especie de conga desordenada, han sido desveladas por la Cadena SER y se han convertido en virales, generando un importante alboroto. Se ve a los chicos muy juntos, pasando unos por encima de los otros, sin reparar en el tapabocas ni mostrar prudencia en cuanto al contacto con los que no son del mismo núcleo familiar.

Un redactor de la SER que contempló lo que estaba pasando comenzó a grabar con tu teléfono y así se ha conocido su actitud. Incluso, hay un momento en el que aparece en la zona un coche de Policía y los incumplidores, entonces, se levantan, pero se quedan por la zona.

Fuentes policiales han asegurado a la SER que el coche acudía a una emergencia más importante. El periodista Enrique G. Pozo vio cómo la Policía continuó hasta el final de la calle donde identificó y registró a un par de jóvenes.

Las imágenes han sido grabadas, dice la emisora, en la noche del jueves, en la calle Espoz y Mina, una pequeña vía semipeatonal en el centro de Madrid, cerca de la popular Puerta del Sol, llena de bares y pubs nocturnos abiertos hasta las 11 de la noche, hora del toque de queda.

No es la primera vez que se hacen virales imágenes de tumultos en la noche madrileña en plena pandemia. A principios de febrero, los madrileños se indignaron con terrazas y aceras llenas (hasta por mariachis) en otra popular calle de bares, Ponzano.