La reina, a su llegada al Teatro Campoamor.Chema ClaresGTRES
Después de la austeridad del año pasado, la reina Letizia ha sacado la artillería pesada para los Premios Princesa de Asturias 2021. La consorte ha estrenado un vestidazo con el que ha ofrecido su versión más chic.
La reina se ha decantado por un diseño negro de tafetán en el que el mayor protagonismo lo acapara la falda, de gran volumen, con varias capas y dos lazos adornando la parte delantera. La parte superior del vestido es ajustada al cuerpo y de escote cerrado, y va rematada con un fino cinturón para marcar la cintura.
Letizia ha combinado el vestido con una cartera trenzada de Bottega Veneta y unos salones de Manolo Blahnik a juego. La consorte no ha escatimado en joyas y ha lucido los pendientes de chatones, una de las piezas más espectaculares del joyero real y que la reina ya eligió para la entrega de estos galardones en 2018. Además, también ha lucido las espectaculares pulseras gemelas de diamantes de Cartier que forman parte del lote de joyas de pasar.
Detalle de las pulseras gemelas de la reina.Chema ClaresGTRES
A pesar de haber elegido algunas de las piezas más lujosas del joyero, la reina no ha querido despegarse del anillo de Karen Hallam que le regalaron sus hijas. Letizia ha completado su look de estrella de cine con un moño de bailarina, ligeramente despeinado en la parte delantera y con raya al medio.
En cuanto al maquillaje, la obligación de la mascarilla ha hecho que la reina centre todos sus esfuerzos en la mirada, con un efecto ahumado y una sombra en tonos metalizados.
Para los actos previos a la ceremonia de este viernes, la consorte ha dado una de cal y otra de arena en lo que se refiere a su armario. Para el concierto celebrado el viernes por la noche, Letizia estrenó un vestido verde con unas sofisticadas plumas en la parte izquierda de la falda, mientras que para las audiencias con los premiados esta mañana ha optado por repetir. La reina ha rescatado un vestido de estampado príncipe de Gales de Hugo Boss que ha llevado en infinidad de ocasiones en los últimos años.
La evolución de la reina Letizia en los Princesa de Asturias
Para la ocasión eligió un abrigo beige de Felipe Varela que combinó con un vestido con lazada al cuello del mismo tono.
Con un diseño lila y un abrigo de tweed, embarazada de la Infanta Sofía.
Todo sonrisas junto a la reina Sofía.
Letizia se soltó la melena con un Felipe Varela con pedrería y chaqueta blanca a juego.
Por aquel entonces lucía el pelo mucho más marcado que a día de hoy.
Mucho más acorde con su estilo actual, Letizia se decantó por un vestido con encaje de guipur en tono gris.
La entonces Princesa de Asturias completó su look con complementos y joyas a juego con el vestido diseñado por Varela.
¿Quién dijo que el negro era aburrido? Con este atrevido vestido de Felipe Varela Letizia acaparó todos los focos a su llegada al Teatro Campoamor.
También innovó con un peinado, rizándose la melena.
De negro y con vestido de corte evasé.
Letizia se atrevía por primera vez con coleta alta. No ha vuelto a repetir en estos premios.
Letizia apostó por un look más clásico con un diseño en bordado y transparencias.
Durante un momento de la ceremonia.
Maquillaje natural y un recogido clásico.
Letizia sorprendió a todos con este diseño en blanco y negro de Varela.
Para la ocasión lució su melena suelta con ondas inspiración años 40.
Detalle del broche.
Por primera vez apostó por el verde con un diseño con transparencias y falda evasé.
Letizia optó por un recogido trenzado.
Para sus primeros Princesa de Asturias como reina, Letizia lució un vestido lápiz en tono azul con encaje de maya negro.
La reina sacó del joyero unos pendientes de aguamarinas que la firma Bulgari le regaló con motivo del nacimiento de la princesa Leonor.
Uno de sus looks más aplaudidos. Con un diseño de Felipe Varela con falda en tonos degradados y que recordaba a la silueta new look.
La reina lució un espectacular collar de perlas que se suele confundir con uno que perteneció a María de las Mercedes y que forma parte del lote de Joyas de pasar.
Letizia lució un clásico moño bajo.
La reina volvió a las siluetas rectas con este diseño beige con bordados de cristales negros de Swarovski.
Con recogido y pendientes de diamantes negros.
Letizia impactó con este diseño de Felipe Varela en tul blanco y de inspiración oriental.
Para la ocasión sacó del joyero real la pulsera de Cartier de Victoria Eugenia.
Moño bajo y pendientes de diamantes negros.
La reina acaparó todos los titulares con este espectacular diseño de Felipe Varela, con brocados cosidos a mano en diferentes tonos de grises.
Letizia apostó por llevar la melena suelta, muy pulida, y cedió todo el protagonismo de su maquillaje a la mirada, con ojos ahumados.
Para la ocasión lució los pendientes de chatones del lote de joyas de pasar.
La reina durante un momento de la ceremonia.
En el debut de la princesa Leonor, Letizia volvió al rojo Varela para cederle todo el protagonismo a su hija.
Completó su estilismo con unos lujosos pendientes de diamantes y rubíes.
Por primera vez la reina no estrenó y por primera vez no apostó por Felipe Varela.
Rompió la tradición con un escultural Delpozo que estrenó en 2017.
La sobriedad marcó sus complementos, joyas, maquillaje y peluquería.
Sacó la artillería pesada con este vestido y grandes joyas.
Los pendientes de chatones, unos de sus favoritos.
Los pendientes de chatones, unos de sus favoritos.
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Fue la absoluta protagonista de los que fueron sus primeros Princesa de Asturias.
La reina lució un espectacular collar de perlas que se suele confundir con uno que perteneció a María de las Mercedes y que forma parte del lote de Joyas de pasar.
Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.
Sobre qué temas escribo
Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.
Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.
Mi trayectoria
Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.