Pandemia: ¿crisis u oportunidad?

Pandemia: ¿crisis u oportunidad?

Muchos gurúes del management no se cansan en recordarnos que en chino “crisis” y “oportunidad” tienen la misma grafía. Sin embargo, esto no es cierto.

TOPSHOT - A woman wearing a face mask sleeps on a train at the Atocha Station in Madrid on April 13, 2020 as some companies were set to resume operations at the end of a two-weeks halt of all non-essential activity amid a national lockdown to st...JAVIER SORIANO via Getty Images

El Homo sapiens no es más que una mota de polvo en el tornado del universo y en el torbellino de la historia. Un dato incontestable es que esta situación –la pandemia por COVID-19–, por muy grave que nos parezca, es efímera.

Pero no hay que frivolizar, en las crisis se sufre y el que diga lo contrario miente. Pero todo principio tiene su fin, ahora toca sacar músculo y hacer frente a los contratiempos con resiliencia, un concepto que en estos momentos está de enorme actualidad.

El vocablo “crisis” –krísis– ya tiene sus años, fue acuñado por Hipócrates, el padre de la medicina, allá por el sigo V a. de C. Lo definió como cualquier cambio rápido en la enfermedad que evoluciona bien hacia la salud o bien hacia la muerte. 

Veintiséis siglos después, la “crisis” hipocrática ha abandonado el ámbito médico y lo utilizamos en multitud de escenarios, que van desde la política hasta la economía, pasando por el ámbito deportivo.

Los griegos usaban el verbo antiguo “krinein” en el sentido de juzgar, de tomar una decisión, y esto es precisamente lo que sucede cuando hay una “crisis”. Nos vemos abocados a tomar decisiones. En sus inicios “krinein” se usaba en un contexto rigurosamente agrario, era el proceso mediante el cual se separaba el trigo de la paja.

Muchos gurúes del management no se cansan en recordarnos que en chino “crisis” y “oportunidad” tienen la misma grafía. Sin embargo, esto no es cierto.

En otras palabras, hace más de dos mil quinientos años el término “crisis” no tenía un significado negativo que ahora le damos, no suponía, en modo alguno, la aceptación de un destino inevitable.

Vayamos al presente. En esta mal llamada “nueva realidad” la situación es incierta, la incertidumbre anida en nuestras vidas y, con ella, la oportunidad. En ese catálogo de sentencias filosóficas que todos llevamos dentro hay una que reza: toda crisis es una oportunidad.

Muchos gurúes del management no se cansan en recordarnos que en chino “crisis” y “oportunidad” tienen la misma grafía. Sin embargo, esto no es cierto, ambos conceptos no son sinónimos. La palabra crisis en chino se expresa como wēi-jī, que está formada por los ideogramas “peligro” (wēi) y “punto crucial” (jī).

Cada uno de nosotros tenemos el deber de afrontar el reto de diseñar nuestro propio futuro post-COVID. Unos lo sumarán a sus planes previos, otros proyectarán sus inquietudes de la forma más sólida posible y otros no tendrán más remedio que repensar sus ámbitos laborales y sociales.

En esta mal llamada “nueva realidad” la situación es incierta, la incertidumbre anida en nuestras vidas y, con ella, la oportunidad.

Esta situación me trae a la memoria al rey Eumenes II (197 a. de C.-159 a. de C.) de Pérgamo. Durante su reinado llevó a cabo una enorme revolución cultural y ordenó construir una enorme biblioteca que rivalizase con la que ya había en la lejana Alejandría, el país de los faraones.

Cuando Ptolomeo V conoció sus intenciones temió que el proyecto de Eumenes II hiciese sombra a su legendaria biblioteca y, por ese motivo, ordenó que de inmediato se suspendiesen las exportaciones de papiro a Pérgamo. Sin el elemento que daba el soporte a la escritura, Eumenes no tendría más remedio que dar cerrojazo a su proyecto.

Podríamos decir que la biblioteca de Pérgamo entró en crisis. Sin embargo, en lugar de abandonar sus aspiraciones los intelectuales encargados de la biblioteca se reinventaron, idearon emplear la piel de un animal joven –ternero– como soporte, de forma que resultase más sólido y menos frágil.

El proceso no fue rápido, tardó siglos en fraguarse y acabar imponiéndose, pero al final aquella invención del rey Eumenes dio sus frutos y terminó con la desaparición de los papiros egipcios y el surgimiento de un nuevo soporte, el célebre “pergamino”. En fin, como reza un proverbio chino, los tiempos duros crean héroes. Y ahora lo que toca es buscar la heroicidad.