Detectan a los pumas devorando pingüinos y un estudio alerta de un cambio inesperado entre los grandes felinos
Ha ocurrido en un parque nacional en la Patagonia, Argentina.

Los pumas de un parque nacional situado en la Patagonia, Argentina, han levantado las alarmas del centro después de ser vistos comiéndose a los pingüinos que había, tal y como recoge un estudio ha sido publicado en la revista 'livescience'. "Pensábamos que solo lo hacían un par de individuos (...) pero cuando llegamos... notamos una gran cantidad de pumas cerca de la colonia pingüinos".
Según la investigación, que empleó varias cámaras, de los 14 pumas con collares GPS, al menos nueve de ellos participaron en esta caza. Aquellos que se alimentaron de estos animales presentaban "una mayor variación en sus áreas de distribución entre estaciones" y se mantenían cerca de la colonia de aves cuando estas se encontraban en su época reproductiva.
Una de las cosas que llamaron la atención de los investigadores es que, además, aquellos que devoraban pingüinos se relacionaban más con otros pumas. "Los investigadores documentaron 254 encuentros entre dos pumas que se alimentaban de pingüinos, y solo cuatro encuentros entre pumas que no se alimentaban" de ellos.
De esta observación parte la teoría de que los pumas que se alimentan de estas aves toleran mejor a los de su especie, lo que podría suceder debido a que no tienen que competir por comida.
"Restaurar la vida silvestre en los paisajes transformados de hoy no significa simplemente retroceder a los ecosistemas del pasado", señala la investigadora Mitchell Serota, quien agrega que esto "puede crear interacciones completamente nuevas que transformen el comportamiento y las poblaciones animales de maneras inesperadas".
El estudio concluye que este tipo de comportamientos en los pumas podría no tener un impacto en las colonias de cría, aunque sí que podría afectar al crecimiento de nuevas colonias de menor tamaño. "Es una situación compleja para quienes gestionan el área, ya que se trata de dos especies nativas, interactuando de una manera diferente a la que existía antes de que las actividades humanas cambiaran el ecosistema", subraya Javier Ciancio a la publicación.
