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Dona el poni de su hija para los leones de un zoológico: "Tenemos la responsabilidad de imitar la cadena alimentaria natural"

Dona el poni de su hija para los leones de un zoológico: "Tenemos la responsabilidad de imitar la cadena alimentaria natural"

La decisión de una madre reabre el debate sobre el uso de animales domésticos sacrificados como alimento en recintos zoológicos.

Una niña monta a caballo en un prado, una imagen que recuerda al vínculo entre menores y ponis como el que la familia danesa decidió donar al zoológico de Aalborg.
Una niña monta a caballo en un prado, una imagen que recuerda al vínculo entre menores y ponis como el que la familia danesa decidió donar al zoológico de Aalborg.Westend61

Una madre danesa ha sorprendido a la opinión pública al donar el poni de su hija adolescente al zoológico de Aalborg, en el norte del país, para que sirviera de alimento a los leones. La familia justificó el gesto como un modo de “imitar la cadena alimentaria natural”. La historia, recogida por el medio griego Newsbeast, ha reabierto el debate sobre la práctica.

La protagonista es Pernille Soll, de 44 años, propietaria de una pequeña granja donde niños con problemas psicológicos conviven con caballos. En 2020, su poni Chicago 57 (un ejemplar alemán de 22 años) tuvo que ser sacrificado debido a un eczema crónico provocado por picaduras de mosquito. “Puede sonar muy dramático y extraño dar de comer tu mascota a los animales de un zoológico”, declaró Soll al Times. “Pero de todas formas iba a ser sacrificado y no se entrega vivo a los depredadores”.

La cadena trófica como argumento

El zoológico de Aalborg mantiene desde hace años un programa de donaciones de animales muertos o sacrificados —desde cobayas y conejos hasta caballos de pequeño tamaño— para alimentar a sus grandes carnívoros con una dieta lo más parecida posible a la que tendrían en la naturaleza. “En los zoológicos tenemos la responsabilidad de imitar la cadena alimentaria natural de los animales, tanto por su bienestar como por integridad profesional”, defendieron los responsables en un comunicado.

La institución asegura que todos los ejemplares donados se sacrifican de forma “cuidadosa” y que nada se desperdicia. A cambio, los dueños pueden recibir incluso desgravaciones fiscales. Solo se excluyen perros y gatos, por razones éticas y de sensibilidad social. En lo que va de año, el zoológico ha recibido 22 caballos, 137 conejos, 53 gallinas y 18 cobayas.

Una decisión compartida en familia

Angelina, la hija de Soll, tenía 13 años cuando murió su poni. Su madre quiso que participara en la decisión sobre qué hacer con el cuerpo y le planteó varias alternativas. “Le di distintas opciones y eligió la del zoológico, porque era la que más sentido tenía”, explicó. “Quería seguir la cadena alimentaria. Quería que el poni sirviera para otros animales”.

Soll estuvo presente durante la eutanasia de Chicago 57 y recuerda el momento como un alivio: “Había un cuidador que lo abrazaba y lo besaba, como si estuviera yo misma allí con él”. Tan convencida quedó con la experiencia que el año pasado intentó donar otro caballo, aunque el zoológico rechazó la propuesta porque el animal era demasiado grande para las cámaras de refrigeración.

El zoológico de Aalborg alberga especies consideradas de alto riesgo, como leones asiáticos, osos polares y tigres de Sumatra, que forman parte de programas de conservación europeos.