Los perros pueden detectar la enfermedad que padecen 300.000 españoles con una casi total precisión
Un estudio demuestra que reconocen cambios olfativos en personas afectadas por el párkinson incluso antes de que se les diagnostique.

La capacidad olfativa y sensitiva de algunos perros para detectar determinadas enfermedades en las personas antes de que los análisis correspondientes o incluso los síntomas lo confirmen ha vuelto a demostrarse científicamente. Se trata, en concreto, de la habilidad de las especies Golden Retriever y Labrador negro para detectar el párkinson.
Una investigación que ha sido publicada en la revista especializada The Journal of Parkinson’s Disease, consistió en entrenar a dos canes de las especies mencionadas para que detectaran cambios olfativos en muestras cutáneas procedentes de personas afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa. Un Golden Retriever, llamado Bumper, y un Labrador negro, llamado Peanut, lograron identificar con precisión muestras positivas entre más de 200 casos que fueron analizados por los investigadores.
Los perros fueron previamente entrenados para identificar el párkinson antes de que aparezcan los primeros síntomas visibles con un resultado asombroso. El estudio ha sido realizado por científicos de la Universidad de Bristol, la Universidad de Mánchester y por la organización Medical Detection Dogs.
Además, los investigadores hicieron este estudio bajo las llamadas condiciones "de doble ciego", lo que garantizó la imparcialidad de las pruebas. Este sistema de estudio consiste en que ni los participantes (los perros, en este caso) ni los investigadores saben quién está recibiendo el tratamiento experimental y quién está recibiendo un placebo, o tratamiento de control.
Así, el nivel de acierto fue asombroso, según las conclusiones del estudio: llegaron al 80 % de sensibilidad y un 98 % de especificidad, incluso en casos donde los pacientes que participaron en el estudio padecían, además, otras enfermedades, lo que podría haber confundido a los animales.
Este nuevo esperanzador estudio demuestra que existe en estos animales una firma olfativa exclusiva del párkinson, que, además, es detectable mediante simples muestras de sebo.
