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El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

Combina tradición, funcionalidad y adaptación.

El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

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El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

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El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

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El legado árabe que explica por qué en España tenemos persianas y en el resto de Europa no

Combina tradición, funcionalidad y adaptación.

Ventana con persianas bajadasGetty Images/iStockphoto

En España, es difícil imaginar una vivienda sin persianas. Este elemento, presente en caso todas las ventanas del país, no solo cumple una función práctica, sino que también tiene una historia peculiar que lo diferencia del resto de Europa. Mientras que en muchas naciones europeas predominan las ventanas sin nada o acompañadas únicamente de cortinas, en España las persianas son un estándar inseparable de la arquitectura residencial. 

El uso de persianas en España está profundamente ligado a factores históricos y climáticos. El clima mediterráneo, con veranos abrasadores y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, ha sido un factor determinante. Las persianas permiten mantener los interiores frescos durante las olas de calor al bloquear el sol, y en invierno ayudan a conservar el calor, reduciendo así la necesidad de sistemas de calefacción y aire acondicionado.

La intimidad en los hogares

Sin embargo, el clima no es la única explicación. La privacidad ha sido, históricamente, un valor esencial en la sociedad española, y las persianas permiten regular tanto la entrada de luz como la intimidad en los hogares. Como explica El Confidencial, esta característica contrasta con países del norte de Europa, donde la tradición protestante y la menor intensidad solar han favorecido la apertura de espacios y la ausencia de barreras visuales en las ventanas.

La influencia del legado árabe en la arquitectura española también es crucial. Durante siglos de presencia islámica en la península, las construcciones árabes introdujeron sistemas como las celosías, diseñados para regular la luz y mantener el confort interior sin comprometer la privacidad. Este concepto se transformó con el tiempo en las persianas modernas que conocemos hoy.

Ventana con celosía decorativa MarruecosGetty Images/iStockphoto

Una evolución en su sistema

Actualmente, las persianas también se han adaptado a los avances tecnológicos, incorporando materiales innovadores y automatización que las hacen más eficientes energéticamente. Este elemento, que en apariencia podría parecer un detalle menor, resume una compleja combinación de tradición, funcionalidad y adaptación a las necesidades modernas. Por ello, Las persianas en España no son solo una respuesta al clima, sino un reflejo de su historia y cultura, un legado que sigue vigente en las ventanas de millones de hogares.

En España, es difícil imaginar una vivienda sin persianas. Este elemento, presente en caso todas las ventanas del país, no solo cumple una función práctica, sino que también tiene una historia peculiar que lo diferencia del resto de Europa. Mientras que en muchas naciones europeas predominan las ventanas sin nada o acompañadas únicamente de cortinas, en España las persianas son un estándar inseparable de la arquitectura residencial. 

El uso de persianas en España está profundamente ligado a factores históricos y climáticos. El clima mediterráneo, con veranos abrasadores y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, ha sido un factor determinante. Las persianas permiten mantener los interiores frescos durante las olas de calor al bloquear el sol, y en invierno ayudan a conservar el calor, reduciendo así la necesidad de sistemas de calefacción y aire acondicionado.

La intimidad en los hogares

Sin embargo, el clima no es la única explicación. La privacidad ha sido, históricamente, un valor esencial en la sociedad española, y las persianas permiten regular tanto la entrada de luz como la intimidad en los hogares. Como explica El Confidencial, esta característica contrasta con países del norte de Europa, donde la tradición protestante y la menor intensidad solar han favorecido la apertura de espacios y la ausencia de barreras visuales en las ventanas.

La influencia del legado árabe en la arquitectura española también es crucial. Durante siglos de presencia islámica en la península, las construcciones árabes introdujeron sistemas como las celosías, diseñados para regular la luz y mantener el confort interior sin comprometer la privacidad. Este concepto se transformó con el tiempo en las persianas modernas que conocemos hoy.

Una evolución en su sistema

Actualmente, las persianas también se han adaptado a los avances tecnológicos, incorporando materiales innovadores y automatización que las hacen más eficientes energéticamente. Este elemento, que en apariencia podría parecer un detalle menor, resume una compleja combinación de tradición, funcionalidad y adaptación a las necesidades modernas. Por ello, Las persianas en España no son solo una respuesta al clima, sino un reflejo de su historia y cultura, un legado que sigue vigente en las ventanas de millones de hogares.

En España, es difícil imaginar una vivienda sin persianas. Este elemento, presente en caso todas las ventanas del país, no solo cumple una función práctica, sino que también tiene una historia peculiar que lo diferencia del resto de Europa. Mientras que en muchas naciones europeas predominan las ventanas sin nada o acompañadas únicamente de cortinas, en España las persianas son un estándar inseparable de la arquitectura residencial. 

El uso de persianas en España está profundamente ligado a factores históricos y climáticos. El clima mediterráneo, con veranos abrasadores y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, ha sido un factor determinante. Las persianas permiten mantener los interiores frescos durante las olas de calor al bloquear el sol, y en invierno ayudan a conservar el calor, reduciendo así la necesidad de sistemas de calefacción y aire acondicionado.

La intimidad en los hogares

Sin embargo, el clima no es la única explicación. La privacidad ha sido, históricamente, un valor esencial en la sociedad española, y las persianas permiten regular tanto la entrada de luz como la intimidad en los hogares. Como explica El Confidencial, esta característica contrasta con países del norte de Europa, donde la tradición protestante y la menor intensidad solar han favorecido la apertura de espacios y la ausencia de barreras visuales en las ventanas.

La influencia del legado árabe en la arquitectura española también es crucial. Durante siglos de presencia islámica en la península, las construcciones árabes introdujeron sistemas como las celosías, diseñados para regular la luz y mantener el confort interior sin comprometer la privacidad. Este concepto se transformó con el tiempo en las persianas modernas que conocemos hoy.

Una evolución en su sistema

Actualmente, las persianas también se han adaptado a los avances tecnológicos, incorporando materiales innovadores y automatización que las hacen más eficientes energéticamente. Este elemento, que en apariencia podría parecer un detalle menor, resume una compleja combinación de tradición, funcionalidad y adaptación a las necesidades modernas. Por ello, Las persianas en España no son solo una respuesta al clima, sino un reflejo de su historia y cultura, un legado que sigue vigente en las ventanas de millones de hogares.

En España, es difícil imaginar una vivienda sin persianas. Este elemento, presente en caso todas las ventanas del país, no solo cumple una función práctica, sino que también tiene una historia peculiar que lo diferencia del resto de Europa. Mientras que en muchas naciones europeas predominan las ventanas sin nada o acompañadas únicamente de cortinas, en España las persianas son un estándar inseparable de la arquitectura residencial. 

El uso de persianas en España está profundamente ligado a factores históricos y climáticos. El clima mediterráneo, con veranos abrasadores y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, ha sido un factor determinante. Las persianas permiten mantener los interiores frescos durante las olas de calor al bloquear el sol, y en invierno ayudan a conservar el calor, reduciendo así la necesidad de sistemas de calefacción y aire acondicionado.

La intimidad en los hogares

Sin embargo, el clima no es la única explicación. La privacidad ha sido, históricamente, un valor esencial en la sociedad española, y las persianas permiten regular tanto la entrada de luz como la intimidad en los hogares. Como explica El Confidencial, esta característica contrasta con países del norte de Europa, donde la tradición protestante y la menor intensidad solar han favorecido la apertura de espacios y la ausencia de barreras visuales en las ventanas.

La influencia del legado árabe en la arquitectura española también es crucial. Durante siglos de presencia islámica en la península, las construcciones árabes introdujeron sistemas como las celosías, diseñados para regular la luz y mantener el confort interior sin comprometer la privacidad. Este concepto se transformó con el tiempo en las persianas modernas que conocemos hoy.

Una evolución en su sistema

Actualmente, las persianas también se han adaptado a los avances tecnológicos, incorporando materiales innovadores y automatización que las hacen más eficientes energéticamente. Este elemento, que en apariencia podría parecer un detalle menor, resume una compleja combinación de tradición, funcionalidad y adaptación a las necesidades modernas. Por ello, Las persianas en España no son solo una respuesta al clima, sino un reflejo de su historia y cultura, un legado que sigue vigente en las ventanas de millones de hogares.

En España, es difícil imaginar una vivienda sin persianas. Este elemento, presente en caso todas las ventanas del país, no solo cumple una función práctica, sino que también tiene una historia peculiar que lo diferencia del resto de Europa. Mientras que en muchas naciones europeas predominan las ventanas sin nada o acompañadas únicamente de cortinas, en España las persianas son un estándar inseparable de la arquitectura residencial. 

El uso de persianas en España está profundamente ligado a factores históricos y climáticos. El clima mediterráneo, con veranos abrasadores y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche, ha sido un factor determinante. Las persianas permiten mantener los interiores frescos durante las olas de calor al bloquear el sol, y en invierno ayudan a conservar el calor, reduciendo así la necesidad de sistemas de calefacción y aire acondicionado.

La intimidad en los hogares

Sin embargo, el clima no es la única explicación. La privacidad ha sido, históricamente, un valor esencial en la sociedad española, y las persianas permiten regular tanto la entrada de luz como la intimidad en los hogares. Como explica El Confidencial, esta característica contrasta con países del norte de Europa, donde la tradición protestante y la menor intensidad solar han favorecido la apertura de espacios y la ausencia de barreras visuales en las ventanas.

La influencia del legado árabe en la arquitectura española también es crucial. Durante siglos de presencia islámica en la península, las construcciones árabes introdujeron sistemas como las celosías, diseñados para regular la luz y mantener el confort interior sin comprometer la privacidad. Este concepto se transformó con el tiempo en las persianas modernas que conocemos hoy.

Una evolución en su sistema

Actualmente, las persianas también se han adaptado a los avances tecnológicos, incorporando materiales innovadores y automatización que las hacen más eficientes energéticamente. Este elemento, que en apariencia podría parecer un detalle menor, resume una compleja combinación de tradición, funcionalidad y adaptación a las necesidades modernas. Por ello, Las persianas en España no son solo una respuesta al clima, sino un reflejo de su historia y cultura, un legado que sigue vigente en las ventanas de millones de hogares.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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