La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa
Cultura
Cultura

La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa

el método original sentó las bases para un cambio global.

La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa

el método original sentó las bases para un cambio global.

La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa

el método original sentó las bases para un cambio global.

La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa

el método original sentó las bases para un cambio global.

La costumbre de numerar las casas de las calles se inició en esta ciudad de Europa

el método original sentó las bases para un cambio global.

Calle en el barrio de Malasaña, Madrid, SpainGetty Images

Todas las direcciones cuentan con el nombre de la calle, número del portal y código postal. Estos datos son esenciales a la hora de buscar una dirección ya que nos ayudan a orientarnos pero, ¿de dónde viene la idea de enumerar las casas?

Esta práctica se llevó a cabo por primera vez en el emblemático Pont de Nôtre Dame, París, Francia a finales del siglo XV. Este pequeño gesto marcó un antes y un después en la organización urbana, abriendo paso a una manera más lógica y funcional de identificar viviendas y locales.

La numeración de casas surgió como una solución práctica para facilitar la localización de domicilios, el cobro de impuestos y la organización del correo. En sus inicios, el método parisino sentó las bases para un cambio global en la forma en que las ciudades estructuraban su espacio habitacional y comercial. 

Su rápida expansión

Desde aquel puente en la Ciudad de la Luz, el sistema se expandió rápidamente por Europa y, con el tiempo, por el resto del mundo. Sin embargo, la numeración ha evolucionado de manera diferente según el país. Uno de los más populares es el que asigna números pares a un lado de la calle e impares al opuesto, de forma correlativa. Sin embargo, otras regiones han adoptado métodos únicos. 

En Japón, las casas se numeran según su año de construcción, lo que puede resultar en secuencias aparentemente caóticas, como una casa número 5 junto a una del 20. Otras ciudades utilizan números por centenas por cada manzana, asignando, por ejemplo, del 201 al 299. En ciertos lugares, se distinguen viviendas de locales comerciales mediante colores, permitiendo que el mismo número pueda repetirse en una calle pero con propósitos distintos.

Todas las direcciones cuentan con el nombre de la calle, número del portal y código postal. Estos datos son esenciales a la hora de buscar una dirección ya que nos ayudan a orientarnos pero, ¿de dónde viene la idea de enumerar las casas?

Esta práctica se llevó a cabo por primera vez en el emblemático Pont de Nôtre Dame, París, Francia a finales del siglo XV. Este pequeño gesto marcó un antes y un después en la organización urbana, abriendo paso a una manera más lógica y funcional de identificar viviendas y locales.

La numeración de casas surgió como una solución práctica para facilitar la localización de domicilios, el cobro de impuestos y la organización del correo. En sus inicios, el método parisino sentó las bases para un cambio global en la forma en que las ciudades estructuraban su espacio habitacional y comercial. 

Su rápida expansión

Desde aquel puente en la Ciudad de la Luz, el sistema se expandió rápidamente por Europa y, con el tiempo, por el resto del mundo. Sin embargo, la numeración ha evolucionado de manera diferente según el país. Uno de los más populares es el que asigna números pares a un lado de la calle e impares al opuesto, de forma correlativa. Sin embargo, otras regiones han adoptado métodos únicos. 

En Japón, las casas se numeran según su año de construcción, lo que puede resultar en secuencias aparentemente caóticas, como una casa número 5 junto a una del 20. Otras ciudades utilizan números por centenas por cada manzana, asignando, por ejemplo, del 201 al 299. En ciertos lugares, se distinguen viviendas de locales comerciales mediante colores, permitiendo que el mismo número pueda repetirse en una calle pero con propósitos distintos.

Todas las direcciones cuentan con el nombre de la calle, número del portal y código postal. Estos datos son esenciales a la hora de buscar una dirección ya que nos ayudan a orientarnos pero, ¿de dónde viene la idea de enumerar las casas?

Esta práctica se llevó a cabo por primera vez en el emblemático Pont de Nôtre Dame, París, Francia a finales del siglo XV. Este pequeño gesto marcó un antes y un después en la organización urbana, abriendo paso a una manera más lógica y funcional de identificar viviendas y locales.

La numeración de casas surgió como una solución práctica para facilitar la localización de domicilios, el cobro de impuestos y la organización del correo. En sus inicios, el método parisino sentó las bases para un cambio global en la forma en que las ciudades estructuraban su espacio habitacional y comercial. 

Su rápida expansión

Desde aquel puente en la Ciudad de la Luz, el sistema se expandió rápidamente por Europa y, con el tiempo, por el resto del mundo. Sin embargo, la numeración ha evolucionado de manera diferente según el país. Uno de los más populares es el que asigna números pares a un lado de la calle e impares al opuesto, de forma correlativa. Sin embargo, otras regiones han adoptado métodos únicos. 

En Japón, las casas se numeran según su año de construcción, lo que puede resultar en secuencias aparentemente caóticas, como una casa número 5 junto a una del 20. Otras ciudades utilizan números por centenas por cada manzana, asignando, por ejemplo, del 201 al 299. En ciertos lugares, se distinguen viviendas de locales comerciales mediante colores, permitiendo que el mismo número pueda repetirse en una calle pero con propósitos distintos.

Todas las direcciones cuentan con el nombre de la calle, número del portal y código postal. Estos datos son esenciales a la hora de buscar una dirección ya que nos ayudan a orientarnos pero, ¿de dónde viene la idea de enumerar las casas?

Esta práctica se llevó a cabo por primera vez en el emblemático Pont de Nôtre Dame, París, Francia a finales del siglo XV. Este pequeño gesto marcó un antes y un después en la organización urbana, abriendo paso a una manera más lógica y funcional de identificar viviendas y locales.

La numeración de casas surgió como una solución práctica para facilitar la localización de domicilios, el cobro de impuestos y la organización del correo. En sus inicios, el método parisino sentó las bases para un cambio global en la forma en que las ciudades estructuraban su espacio habitacional y comercial. 

Su rápida expansión

Desde aquel puente en la Ciudad de la Luz, el sistema se expandió rápidamente por Europa y, con el tiempo, por el resto del mundo. Sin embargo, la numeración ha evolucionado de manera diferente según el país. Uno de los más populares es el que asigna números pares a un lado de la calle e impares al opuesto, de forma correlativa. Sin embargo, otras regiones han adoptado métodos únicos. 

En Japón, las casas se numeran según su año de construcción, lo que puede resultar en secuencias aparentemente caóticas, como una casa número 5 junto a una del 20. Otras ciudades utilizan números por centenas por cada manzana, asignando, por ejemplo, del 201 al 299. En ciertos lugares, se distinguen viviendas de locales comerciales mediante colores, permitiendo que el mismo número pueda repetirse en una calle pero con propósitos distintos.

Todas las direcciones cuentan con el nombre de la calle, número del portal y código postal. Estos datos son esenciales a la hora de buscar una dirección ya que nos ayudan a orientarnos pero, ¿de dónde viene la idea de enumerar las casas?

Esta práctica se llevó a cabo por primera vez en el emblemático Pont de Nôtre Dame, París, Francia a finales del siglo XV. Este pequeño gesto marcó un antes y un después en la organización urbana, abriendo paso a una manera más lógica y funcional de identificar viviendas y locales.

La numeración de casas surgió como una solución práctica para facilitar la localización de domicilios, el cobro de impuestos y la organización del correo. En sus inicios, el método parisino sentó las bases para un cambio global en la forma en que las ciudades estructuraban su espacio habitacional y comercial. 

Su rápida expansión

Desde aquel puente en la Ciudad de la Luz, el sistema se expandió rápidamente por Europa y, con el tiempo, por el resto del mundo. Sin embargo, la numeración ha evolucionado de manera diferente según el país. Uno de los más populares es el que asigna números pares a un lado de la calle e impares al opuesto, de forma correlativa. Sin embargo, otras regiones han adoptado métodos únicos. 

En Japón, las casas se numeran según su año de construcción, lo que puede resultar en secuencias aparentemente caóticas, como una casa número 5 junto a una del 20. Otras ciudades utilizan números por centenas por cada manzana, asignando, por ejemplo, del 201 al 299. En ciertos lugares, se distinguen viviendas de locales comerciales mediante colores, permitiendo que el mismo número pueda repetirse en una calle pero con propósitos distintos.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

Tengo el privilegio de escribir sobre una amplia variedad de temas, con un enfoque que abarca tanto actualidad como estilo de vida. Escribo con la intención de contarte historias que te interesen y ofrecerte información que hagan tu vida un poco más fácil.


Te ayudo a no caer en estafas, te doy consejos de salud y cuidado personal, además de recomendaciones de destinos para tu próximo viaje.


Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

Cómo contactar conmigo: