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Llevar el cine a los colegios: una oportunidad para cambiar la forma de aprender más allá de fomentar la cultura

Llevar el cine a los colegios: una oportunidad para cambiar la forma de aprender más allá de fomentar la cultura 

El Ministerio de Cultura pondrá en marcha el próximo curso el programa ‘Cine Escuela’, que ya está probando en varios centros educativos. 

Una sala de cineGetty Images

Desde hace décadas, educadores y pedagogos han impulsado la necesidad de introducir nuevas formas de enseñar en los colegios para que tanto niños como adolescentes aprendan de manera transversal. El Ministerio de Cultura quiere que una de esas nuevas formas de aprendizaje sea a través del cine, por lo que pondrá en marcha en septiembre Cine Escuela, un proyecto para visitar las salas de cine en horas escolares que ya se está probando en algunos centros.

Con esta una iniciativa, el ministerio dirigido por Ernest Urtasun también quiere que los más jóvenes se familiaricen con las salas de cine desde una edad temprana, emulando proyectos como el de École et Cinéma de Francia, que se puso en marcha en los años noventa. El programa, junto a otras experiencias similares en Portugal, ha servido de inspiración para el ministerio, que ha colaborado con el Centro Nacional de Cine e Imágenes Animadas (CNC) de Francia.

“Respecto al modelo francés, en términos generales, compartimos el objetivo de acercar la cultura audiovisual a los niños y jóvenes, así como convertir el hecho de ir al cine y de disfrutar de la experiencia del cine en pantalla grande en una actividad vital. De este modo, tanto la formación del profesorado y el trabajo en el aula previo y posterior a la proyección, como aspectos relacionados con la logística o la dotación presupuestaria destinada a este proyecto por Francia, han orientado nuestro proyecto piloto y el diseño del futuro plan”, explican desde Cultura sobre cómo se ha diseñado el programa.

A pesar de que todavía faltan por concretarse detalles como el número de salidas a las salas de cine o los cursos en los que se aplicará definitivamente, lo que está claro es que con este programa los alumnos visionarán varias películas que podrán elegirse de un listado elaborado por el ICAA. La selección se hará en base a criterios académicos y sociales, para que las proyecciones puedan integrarse como parte de las asignaturas que cursan los alumnos.

  El cineasta Pablo Berger y Ernest Urtasun, durante la presentación del primer piloto del proyectoEuropa Press via Getty Images

En el proyecto piloto que se realizó el curso pasado, los alumnos de un colegio de Madrid acudieron a las salas a ver Robot Dreams, la premiada cinta de animación de Pablo Berger, mientras que en L’Hospitalet de Llobregat pudieron visionar El maestro que prometió el mar, de Patricia Font.

“Me parece muy positivo. Es enseñanza audiovisual y teniendo en cuenta que los jóvenes están rodeados de cultura audiovisual, educarles en imagen y la diferencia entre realidad y narrativa es importante. Es alfabetización visual fundamental, especialmente en tiempos de redes sociales”, valora Marian López, catedrática de Educación Artística de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

La docente cree que también “es positivo que sepan ver cómo se construyen las narraciones y las imágenes”. “Me parece importante desde el punto de vista de que sepan cómo se montan las cosas, el proyecto...”, añade la catedrática.

“Me parece muy positivo. Es enseñanza audiovisual y teniendo en cuenta que los jóvenes están rodeados de cultura audiovisual, educarles en imagen y la diferencia entre realidad y narrativa es importante. Es alfabetización visual fundamental, especialmente en tiempos de redes sociales”
Marian López, catedrática de Educación Artística de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)

Para Sylvie Pérez, psicopedagoga, profesora de los Estudios de Psicología y Educación de la UOC, podría ser un buen proyecto, pero cree que es necesario que se delimite muy bien cómo se va a incorporar en las horas de clase. “Como todo proyecto bien hecho es fantástico, pero hay que articularlo bien para que no sea otra cosa más”, advierte Pérez. “Hay una dificultad de base que es que actualmente todo tiene que pasar por la escuela, que tiene las horas que tiene. Cuando oigo que puede ser obligatoria me huele complicado porque luego llegan las pruebas pisa y todo el mundo se lleva las manos a la cabeza. Espero que este proyecto no sea simplemente un ‘esto es bueno y como es bueno el colegio lo tiene que hacer’. Porque hoy es el cine mañana es la seguridad vial, la educación sexual, la drogodependencia, la salud mental... que están muy bien, pero las horas son las que son”, matiza la pedagoga.

Cómo incluirlo en las horas lectivas

A partir del próximo curso, los alumnos verán cómo el cine entra a formar parte de sus currículums escolares. Según Cultura, en estos primeros pasos del proyecto “el objetivo será dirigirnos específicamente a alumnos de la ESO de centros públicos, concertados o privados de toda España”, aunque la idea es ampliar el programa a otras franjas de edad.

Lo más importante para arrancar el programa es elegir las películas e integrarlas en las materias escolares. “La elección de las películas se llevará a cabo por parte del ICAA, que contará con el asesoramiento de una comisión de expertos en la que estén presentes miembros de la comunidad docente y pedagógica, además de otros agentes implicados en el sector audiovisual como son los distribuidores y los exhibidores, que son conocedores del impacto de una película en los espectadores”, explican desde el ministerio.

A medida que se vayan incorporando nuevas películas, estas se irán sumando a las anteriores, de manera que el catálogo para elegir e incluir en las materias escolares será cada vez más extenso. ¿Cómo se decidirán las cintas y las asignaturas en las que enmarcan? Será decisión del centro, algo que para Sylvie Pérez podría causar problemas si las directrices no son claras.

“Hay que articularlo muy bien. Es evidente que es bueno, pero con qué objetivo vamos a llevar a los niños al cine. A qué desarrollo de competencias va a contribuir esto, de qué manera se tiene que insertar... Tiene que venir estructurado de verdad"
Sylvie Pérez, psicopedagoga, profesora de los Estudios de Psicología y Educación de la UOC

“Hay que articularlo muy bien. Es evidente que es bueno, pero con qué objetivo vamos a llevar a los niños al cine. A qué desarrollo de competencias va a contribuir esto, de qué manera se tiene que insertar... Tiene que venir estructurado de verdad: competencias, edad, asignatura. Debería ser un proyecto que o bien viene cerrado del todo o bien tiene un marco claro en el cual se permite que cada centro se organice”, valora la pedagoga.

“La idea principal que vertebra este proyecto es que la experiencia audiovisual se incorpore a la actividad docente de manera que se aprovechen todos los recursos que el audiovisual ofrece a la comunidad educativa. Aunque la asistencia a la proyección sea la parte más visible del programa, la actividad tiene que ir necesariamente acompañada de un trabajo en el aula que es lo que da sentido al proyecto y lo diferencia de una mera actividad lúdica”, destacan por su parte desde Cultura.

Precisamente para que sea una actividad académica, se elaborará una guía pedagógica para docentes de cada una de las películas seleccionadas para que les ayude a estructurar la actividad en tres momentos clave: “El trabajo previo en el aula, la asistencia a la proyección y el trabajo posterior”.

"Creo que la manera de abordar el aprendizaje tiene que ser interdisciplinar. Esto es hacer que el cine, igual que pueden ser los museos o los teatros, también sea una escuela"
Marian López

“La preparación previa en el aula constituye un aspecto esencial del programa ya que contribuye de forma definitiva a la consecución de los objetivos y es clave para la creación de públicos, pues persigue que los jóvenes se aproximen a la película y asistan a la sala con un conocimiento previo. Después, el trabajo tras la proyección debe ir encaminado a contrastar lo preparado con carácter previo y a sacar conclusiones constructivas tras el visionado de la película”, valoran desde el ministerio.  

Para López, incluir las películas seleccionadas en diferentes asignaturas "es un modo de trabajar diferentes competencias" de manera positiva como literatura, música, imagen y el propio contenido de la película. "Creo que la manera de abordar el aprendizaje tiene que ser interdisciplinar. Esto es hacer que el cine, igual que pueden ser los museos o los teatros, también sea una escuela", destaca.

"Dependiendo de la película que se vaya a ver también se pueden trabajar diferentes tipos de contenidos. Por ejemplo, he visto que en el listado está El maestro que prometió el mar, que es una película maravillosa, y con ella se puede trabajar la historia, la Guerra Civil, el método pedagógico que él seguía...", ejemplifica la catedrática, que cree que se puede aprender sobre decenas de cuestiones a través del cine, desde un descubrimiento científico a la vida de un creador.

Lo que puede aportar el cine a los jóvenes

Además de las competencias que puedan aprender a través del cine y de familiarizarse con el séptimo arte, Pérez y López creen que el proyecto y el contacto con las salas de cine puede ser positivo a nivel social y creativo para los niños y adolescentes.

"Vi la guía de Robot Dreams y echaba en falta que los niños aprendieran a hacer cine. Porque es un proyecto que no es individual, tienen que ponerse de acuerdo, hacer un guión, un storyboard... Por un lado les potencia la imaginación y les potencia el poder trabajar conjuntamente y tener que consensuar", apunta López.

La catedrática pone el ejemplo de un iniciativa en Cataluña de la que, desde su punto de vista, podría añadirse a los visionados. "Se llama Cinema en curso y un cineasta trabajaba unos meses con un grupo en un instituto y hacían una película ayudados por él", cuenta López, que no resta valor a los visionados en el ámbito académico. 

"Todo lo que sea favorecer con distintos elementos de la cultura es positivo para los niños y todo lo que sea una nueva forma de enseñar es bueno. Además, soy favorable a las salidas porque generan mucha autonomía"
Sylvie Pérez

“Aprenden a escucharse, a tener diferentes puntos de vista. Es una manera de analizar contenidos y aplicarlos en la vida. Es esencial y necesaria esta iniciativa”, defiende López, catedrática de Educación Artística.

Es, también, una manera de tener autonomía saliendo del aula. “Todo lo que sea favorecer con distintos elementos de la cultura es positivo para los niños y todo lo que sea una nueva forma de enseñar es bueno. Además, soy favorable a las salidas porque generan mucha autonomía. No solo al cine, también ver teatro, museos...”, asegura Pérez.

“El cine es cultura, te cuenta historias, te hace empatizar con los personajes... pero el cine también es pantalla. Y ahí entrará el debate sobre si todas las pantallas son iguales, que no lo son. No es ver un vídeo en el móvil”, matiza Pérez. La experta cree que lo que se genera dentro y fuera de una sala de cine contribuye a debatir. “Cuando vas a ver una película todo el mundo está viendo lo mismo y al salir se genera una conversación”.

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es