Ni Madrid ni Guadalajara: esta ciudad es la única que visitan Don Quijote y Sancho a lo largo del relato
Hay varias teorías del motivo de su llegada.

El Quijote es la obra cumbre de Miguel de Cervantes. Se trata de una de las novelas más influyentes de la literatura universal. Don Quijote de la Mancha, acompañado de su fiel escudero Sancho Panza, vive una serie de hazañas cómicas y profundas que reflejan una crítica a la sociedad de su tiempo y una meditación sobre la realidad y la imaginación.
Aunque la obra relate en su mayoría como el hidalgo y su acompañante recorren buena parte del territorio manchego y aragonés, solo una ciudad real aparece en el relato de este clásico de la literatura española. Se trata de la ciudad e Barcelona. La capital catalana tiene el honor de ser el único entorno urbano que pisan Don Quijote y Sancho a lo largo de sus aventuras
Además, fue el escenario de la derrota definitiva del hidalgo a manos del Caballero de la Blanca Luna. Cervantes dedicó seis capítulos de la segunda parte del Quijote a narrar esta estancia, reflejando el esplendor de la ciudad.
Cervantes y su paso por la ciudad
Los expertos coinciden en que el autor de El Quijote estuvo en Barcelona, aunque no hay una fecha única aceptada. Según señala el medio 20 minutos, algunas teorías apuntan a 1610, cuando pudo haber solicitado un puesto en el séquito del Conde de Lemos rumbo a Nápoles.
Otras lo sitúan allí en 1569, huyendo a Roma tras ser condenado. La escritora Carme Riera propuso en 2005 que fue en 1571, cuando embarcó como arcabucero desde el puerto barcelonés rumbo a la batalla de Lepanto.
Riera sostiene que Cervantes pudo haber presenciado la fiesta de San Juan y la entrada triunfal de don Juan de Austria, elementos que aparecen parodiados en la obra. En la novela, don Quijote y Sancho son recibidos por el personaje inspirado en el bandolero Perot Rocaguinarda, descubren el mar Mediterráneo y visitan una imprenta donde se publica la versión apócrifa del Quijote, lo que permite a Cervantes criticar directamente a su imitador.
El fin para el caballero
Pese a la acogida, la ciudad marca el inicio de la caída del caballero. Es vencido por el Caballero de la Blanca Luna, lo que lo obliga a abandonar sus aventuras por un año. La despedida de Barcelona es amarga:“¡Aquí fue Troya, aquí mi desdicha... Aquí se oscurecieron mis hazañas; aquí, finalmente, cayó mi ventura para jamás levantarse!”
