Por qué no hay una canción del verano, pero sí un "rey" de los éxitos y un productor clave
Y cómo TikTok, el streaming y la propia industria musical han modificado un fenómeno.

Es fácil que vengan a la cabeza La bomba, La barbacoa, Despacito, Aserejé o, según la generación, Eva María, Un rayo de sol, incluso la Potra Salvaje o el duelo Despechá y Quédate. Todo el mundo tiene en la cabeza un sonido o unos acordes al pensar en la canción del verano.
En muchos casos, asociado al olor a mar, el cloro de la piscina, los viajes en coche, alguna que otra verbena e incluso a una coreografía popular. Pero el debate de si este fenómeno está ya extinto resurge cada verano, especialmente cuando concluye el mes de agosto y con el síndrome postvacacional la pregunta sobrevuela: ¿cuál ha sido la canción de este verano?
En este 2025 no está del todo claro y es que con informes que apuntan desde 2023 a una publicación diaria de 99.000 nuevas canciones, la oferta se diversifica, también en los sonidos pegadizos que acompañan a los hits veraniegos. Y a todo ello se suma la diversificación de sonidos y la personalización de la música que poco tiene que ver con el fenómeno que se vivía en las décadas de los 60, 70, 80 o 90.
Tampoco queda muy claro en las listas de éxitos de plataformas como Spotify. A nivel popular, han sonado La Morocha, de Luck Ra y BM, La Plena - W Sound 05, de W Sound, Beéle, Ovy On The Drums, Droga, de Mora y C. Tangana o capaz (merengeton), de Alleh, Yorghaki. Por no hablar de los éxitos del disco DeBÍ TiRAR MáS FOToS de Bad Bunny, que ha ido prorrogando su éxito desde enero en las plataformas de streaming. Todas ellas entre las más escuchadas de Spotify, siendo La Plena la más escuchada con más de 610 millones de reproducciones, seguida de las 210.000 de no tiene sentido.
Beéle, la revelación del verano y un productor que da un paso al frente
Pero si hay un nombre que ha surgido este verano como el "rey" de los éxitos veraniegos es Beéle, que que firma hasta cinco canciones dentro del top 20 de las más escuchadas de la plataforma de streaming. Además de La Plena - W Sound 05 ocupa el segundo lugar con no tiene sentido, el séptimo con YO y TÚ con Ovy On The Drums y Quevedo, el décimo con si te pillara y mi refe, junto a Ovy On The Drums, que se encuentra en el 12º lugar.
Este colombiano de solo 22 años cuyo nombre real es Brandon de Jesús López Orozco ha logrado colar todas sus canciones también entre las más populares de Instagram y TikTok. Su primer éxito lo tuvo en 2019 cuando se empezó a viralizar su sencillo, Loco, que llegó a tener su propio remix con Farruko, Natti Natasha y Manuel Turizo en plena pandemia de 2020 y se convirtió en su primera canción en entrar en las listas de Billboard. En 2023, gracias a su colaboración con Sebastián Yatra y Manuel Turizo en Vagabundo logró el número 1 en las listas latinas.
"Yo lo que quería mostrarle al mundo es que más allá de ser un artista, quiero que la gente sienta lo que yo siento. De ahí para adelante, mi carrera ha sido forjada por esa explosión musical y diversa de lo que me caracteriza. Todo el tiempo he buscado no parecerme a nadie", aseguró a Billboard sobre su éxito.
En 2025 ha lanzado su primer disco, Borondo, con 26 canciones y una duración total de 1 hora 16 minutos, un reflejo claro de la cultura de redes sociales, la duración de las canciones en TikTok e Instagram y cómo estas está modulando la producción musical desde hace varios años.
Para Pablo Ruiz, periodista colaborador con varios blogs musicales, más allá de los trends y los bailes como el que se popularizó con Despechá, "las canciones cortas con beats potentes" son la estrategia perfecta. "Si ya de por sí triunfan los sonidos latinos y lo más cercano al urbano, ya sea trap o rap, todo el año, en verano, con el calor, las vacaciones y, en general, más baile, más fiesta y más ocio nocturno, no se va a esperar que se escuche otra cosa", resume a El HuffPost.
Sobre el fenómeno de Beéle recuerda que, aunque ya había cosechado éxitos, el verano sirve en muchos casos para lanzar a artistas emergentes. "Lo vimos con Quevedo, que a raíz de su Quédate con Bizarrap llegó al gran público, también con Isabel Aaiún y Potra Salvaje, o el Todo de ti, de Rauw Alejandro, que también le supuso el lanzamiento al mercado español", recuerda.
Pero más allá de Beéle, hay otro nombre que también se ha repetido en las listas de éxitos, el de Ovy on the drums, productor que ha dado el salto a cantante y que pone de manifiesto una tendencia cada vez más popular en la música urbana: que la figura del productor coja un rol protagonista como ya venía ocurriendo, por ejemplo, Bizarrap. "Estamos volviendo a los 2000 en muchos aspectos, en este también. Timbaland, Dr. Dre, Tainy estaban ahí o en España pasó con Carlos Jean y en muchos casos tenían breves colaboraciones en featurings, como ocurre con Ovy on the drums", señala Ruiz.
Este colombiano ha lanzado como productor la carrera de Karol G, Paulo Londra, Anuel AA y produjo el álbum debut de Quevedo, Donde quiero estar (2023). A él se deben hits como Playa del inglés, de Quevedo y Myke Towers, Tusa, de Karol G y Nicki Minaj o TQG, de Karol G y Shakira.
Soco Collado, directora de relaciones institucionales y comunicación de Promusicae, recuerda a El HuffPost que "el productor artístico es una parte más de esa creación artística" y destaca su importancia. "Es el que acaba dando el sonido o aportando ese sello que hace que lo que un artista tiene en su cabeza acabe siendo lo que llega a nuestros oídos y en la forma en que llega", recalca.
Collado apunta a que esta pieza del "engranaje artístico" antes estaba "un poquito más en la sombra", a pesar de ser igual de crucial, como sucedía con George Martin en The Beatles, solo que ahora el público lo conoce más.
La interseccionalidad perdida y una oferta ingente
A pesar de que se ven indicios de géneros, figuras e incluso canciones dominantes. El fenómeno canción del verano tal y como se conocía, prácticamente ya no existe. "Podríamos decir que Despacito fue la última canción del verano hegemónica, tal y como la conocemos", se atreve a afirmar Ruiz, aunque apunta que ya entonces estaba el featuring entre Luis Fonsi y Daddy Yankee y los sonidos latinos que siguen triunfando.
"Podríamos decir que el año pasado también lo fue de Si no te hubiera conocido, de Karol G, pero también la Potra Salvaje, o lo mismo que pasó en 2022 con Quédate y Despechá, de Quevedo y Rosalía. Había una terna entre dos, o entre tres", explica Ruiz, quien apunta que uno de los factores que haya hecho que este fenómeno se diluya es, por un lado, la vasta producción musical y, por otro, la segmentación de las audiencias.
"Antes teníamos una canción en la radio, pusieras la que pusieras prácticamente, en la verbena, en casa, en los anuncios... Ahora puede que sí que haya una canción del verano para la gente más joven, pero mi abuela no va a saber ni quién es Beéle ni Quevedo. Puede que Rosalía sí, pero poco más", señala.
De hecho, el caso de Rosalía con Despechá fue paradigmático hace dos años en este punto, ya que logró llegar a personas de todas las edades. Según destacaban los periodistas Juanma Ortega y Jordi Garrigós entonces a El HuffPost, factores como que fuera una artista nacional, que se encontrase en pleno tour con Motomami y que apareciera tanto en TikTok como en televisión, hicieron que este fenómeno pudiera ocurrir.
Ruiz recuerda que cada vez está más atomizado el consumo y es más difícil hacer un gran hit que llegue a todo el mundo: "La tele ya no domina, la radio tampoco y en Spotify las playlist también van personalizándose hacia tus gustos y tu algoritmo. Puede viralizarse una canción entre la gente que está en TikTok e Instagram, que no deja de ser una horquilla generosa entre los 15 y los 40 años", sentencia.
Tal y como recordaba Ortega a El HuffPost, el fenómeno canción del verano nació como una oportunidad para las discográficas desde que comenzó a finales de los 60. "El error de la canción del verano era pensar que era un hueco fijo que había que rellenar ahí, que las discográficas desde María Isabel en 1969 han estado años con ese fenómeno, pero en realidad se creaba a raíz de canciones más bailables que salían en esa época, no es algo que había que presentar cada año como Eurovisión", explicaba.
A esto hay que sumar una cantidad ingente de canciones que dificultan esta proyección, sin que haya un "hueco" marcado por el mercado en sí mismo. Según datos de Music Radar, en 2023 se estimaba que se lanzaban 120.000 canciones al día, lo que suponían más canciones que en todo el año 1989, un dato que en 2024 seguía rondando las 99.000 canciones diarias.
"Es imposible abarcar. Lo más lógico es que este fenómeno vaya desapareciendo por las propias necesidades de la industria, si no hay un cambio radical", apunta Ruiz, quien pone el ejemplo de la televisión. "Ya tampoco hay galas y ese formato sigue siendo un fracaso incluso en momentos como Navidad, que todo el mundo está alrededor de la tele, lo domina todo las plataformas y con la música pasa igual", recuerda.
Collado, sin embargo, se muestra más optimista y cree que en verano "hay como una canción que nos da ese rollo, que estamos un poco como en desconexión", explica y recuerda que en esta época del año escuchamos una música que igual no seguimos el resto del año, aunque "ni siquiera tiene que ser la canción del verano".
"De hecho se convierte en canción del verano porque todos a una, independientemente de lo que escuchemos cada uno de nosotros, esa nos engancha por alguna razón y como que en el mood veraniego pues nos pone ahí todos de acuerdo", señala.
Sin embargo, si ya nos cuesta ponernos de acuerdo para algo tan simple como si la tortilla debe llevar cebolla o no, para elegir una canción del verano con cerca de 100.000 canciones publicadas cada día, el debate no iba a ser menos.
