El vino español se ‘emborracha’

El vino español se ‘emborracha’

Los viticultores riojanos aseguran que las uvas están sometidas a un estrés térmico.

Imagen de viñedos de La RiojaDavid Silverman

La Rioja, conocida por sus excelentes vinos, se enfrenta a un desafío sin precedentes: el cambio climático. En los últimos años, las temperaturas mínimas han aumentado en promedio 0,9ºC y las máximas 0,7ºC, lo que está teniendo un impacto directo en los viñedos y en la producción de uvas de calidad.

Los viticultores riojanos aseguran que las uvas están sometidas a un estrés térmico cada vez mayor, lo que se traduce en la pérdida de acidez y la subida del grado de alcohol de la uva. A medida que las temperaturas se elevan, las vides sufren y por esa razón año tras año se adelanta la vendimia, una señal sobre el impacto que tiene el cambio climático.

Mercedes García, enóloga y directora técnica de Bodegas Montecillo, señala al diario ABC que el año pasado tuvieron que acidificar varios mostos, una situación poco habitual en sus más de 15 años de experiencia. La falta de acidez también está provocando que sea más difícil producir vinos de largo recorrido y de alta calidad.

Además, la subida de las temperaturas ha elevado la graduación alcohólica de los vinos un promedio de 1,3 grados por década desde 1992 hasta 2019. Esto plantea desafíos a las bodegas, que deben buscar formas de compensar la subida y preservar la calidad de sus productos.

Sin embargo, el cambio climático no solo afecta a los viñedos, sino también a los recursos hídricos. La sequía y la falta de lluvias ha derivado en problemas de riego, lo que puede afectar negativamente la calidad de las cosechas. Las previsiones indican que en las próximas décadas habrá un 17% menos de disponibilidad de agua en el área mediterránea, lo que aumenta la preocupación entre los viticultores.

Algunas bodegas ha empezado a adoptar prácticas más sostenibles, como el uso de energías renovables y la producción de vinos ecológicos. Los esfuerzos de sostenibilidad y adaptación son clave para garantizar la supervivencia de esta importante industria y mantener la calidad y tradición de los vinos de la región.