Explica gráficamente por qué ha dejado de ir a bodas y las reacciones dejan claro que las 'yiinkanas bodiles' no salen bien

"Gracias al señor dejé de ir a bodas hace tiempo". La frase, acompañada de un 'emoji' sonriente, lleva también de la mano una imagen de la que, antes de seguir ahondando, se puede tener una opinión solo con verla una vez: o la amas o la odias.

Claramente la persona que ha colgado el tuit está en el segundo bando, como parece que lo están las cerca de 200 personas que han respondido a dicha anécdota. El debate está en lo que muchos han destacado que se han convertido las bodas en la actualidad: en auténticas 'yinkanas'. En este caso, lo que se pide al invitado de esta mesa es que, como capitán, tiene que "animar" a su mesa y la fiesta. Buen reto... Y más teniendo en cuenta que los que han respondido a la imagen dejan más que claro que no tendrían ni la más mínima intención de participar en el juego. Si los compañeros de mesa son como los usuarios de X, la verdad es que la capitana lo ha tenido que tener bien complicado.

Aquí la prueba de cómo la gente no ve, para nada, la mezcla de boda, retos y alcohol: