El caso de los relojes robados de Iker Casillas: una empleada de hogar de máxima confianza, un plan de huida y la rapidez de la policía
Fue el propio futbolista quien denunció el cambiazo de cinco valiosas piezas el pasado 16 de octubre.

Fue el pasado viernes cuando la Policía Nacional informaba de la detención de la empleada de hogar de Iker Casillas y de su marido como autores del robo de cinco relojes de alta gama al exfutbolista.
El propio Casillas presentó la denuncia el pasado 16 de octubre cuando descubrió que los relojes que tenía guardados en su vestidor eran réplicas de los modelos robados y no sus originales.
Afortunadamente, la rápida intervención del Grupo de Robos de la UDEV (Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta) ha permitido localizar a los ladrones y desarmar sus planes. Esto es lo que se sabe hasta ahora del robo de los relojes de Iker Casillas:
Dos relojes recuperados
Tal y como apuntan las pesquisas policiales, los relojes sustraídos de la casa de la urbanización La Finca donde reside el exportero fueron cambiados por falsificaciones poco a poco, para que su dueño no se diese cuenta. Las cinco piezas tendrían un precio de 200.000 euros, entre ellos un Rolex valorado en 50.000 euros.
La policía ha conseguido recuperar dos: uno en perfectas condiciones y el otro desmontado por piezas. Los agentes continúan la investigación para localizar los tres que aún no han sido recuperados.
Los dos detenidos
Una de las autoras del robo ha sido una empleada doméstica que trabaja con él desde hace años, incluso cuando aún estaba con Sara Carbonero. Era una persona de su máxima confianza.
El segundo detenido es su marido, un vigilante de seguridad de la exclusiva urbanización de La Finca.
La pareja fue arrestada el 21 de octubre, solo seis días después de la denuncia, de forma precipitada al saberse que pretendían abandonar el país de manera inminente.
Finalmente, los detenidos, acusados de un hurto agravado, quedaron en libertad bajo fianza, con medidas cautelares y sin pasaporte. El marido reconoció los hechos públicamente y en todo momento ha tratado de exculpar a su mujer: "El único culpable soy yo".
