El hijo de Vargas Llosa habla por primera vez tras las memorias de Isabel Preysler: "La reconciliación con mi madre fue lo más hermoso"
El hijo mayor del premio Nobel, Álvaro, no ha mencionado directamente a la socialité, pero sí se ha referido a los últimos años de vida de su padre.
Después de que el pasado 22 de octubre, Isabel Preysler presentase sus memorias con el subtítulo Mi verdadera historia, buena parte del foco lo han centrado el capítulo en el que se centra en desmentir los bulos sobre su relación con Mario Vargas Llosa para lo que no ha dudado en transcribir algunas cartas que él le envió.
En ellas se muestran las idas y venidas de la convivencia y detalles sobre cómo se conocieron y cómo mantenían su relación. Mientras Preysler presentaba su libro en el Hotel Ritz de Madrid, el hijo mayor del fallecido premio Nobel, Álvaro, inauguraba la IV Bienal Mario Vargas Llosa en Cáceres, donde concedió una entrevista a El País que ha visto la luz este fin de semana. En ella habla del legado de su padre, pero también se sincera sobre la reconciliación del escritor con su madre, Patricia Llosa.
"La reconciliación con mi madre es lo más hermoso que ocurrió en la etapa final de su vida", señala y destaca que "fue un acto de amor", aunque admite que él estaba en "aquella cárcel que lo limitaba físicamente y mentalmente". "Si tú estás con tus facultades limitadas, un gesto pequeño es un gesto que lo dice todo. Recordar los poemas que ellos habían leído en los años sesenta era muy hermoso para él", señala.
"Siempre fuimos una familia, pero en ese tiempo nos convertimos en una tribu", apunta sobre el vínculo que les unió poco antes de su fallecimiento el pasado 14 de abril. No obstante, Álvaro ha declarado que no tiene especial "cariño" a la prensa del corazón ni, por tanto, a dar explicaciones sobre el vínculo de su padre con Isabel Preysler.
"No significa que no haya excepciones, pero no es una prensa que tenga un sentido de los límites o de la oportunidad. Yo también soy periodista, no me gusta hablar mal de colegas", explica.
Por su parte, Preysler dejó claro en la presentación de sus memorias que publicó esas cartas incluidas en el libro porque eran suyas, pero también por un motivo personal: "Para demostrar que Vargas Llosa era feliz conmigo y yo también lo era".