La mujer con el cociente intelectual más alto que enfadó a miles de matemáticos

La mujer con el cociente intelectual más alto que enfadó a miles de matemáticos

Es cuestión de probabilidades.

Marilyn vos Savant en una imagen tomada en 1968Paul Harris

La columnista, escritora, conferenciante, matemática y novelista estadounidense, Marlyn vos Savant, famosa porque el Libro Guinness de los Récords la reconoce como la persona con el cociente intelectual más alto del mundo (228 puntos en la prueba Stanford-Binet) y reconocida, también, por haber enfadado a miles de matemáticos con un acertijo.

Todo empezó cuando Vos Savant, conocida por su capacidad para resolver todo tipo de desafíos intelectuales, publicó un artículo en el que solucionaba un problema matemático conocido como El problema de Monty Hall. Lo hizo desde un ángulo diferente y eso no gustó mucho a la comunidad matemática, en la que se desencadenó una oleada de críticas contra ella y división de opiniones sobre la nueva perspectiva con la que había abordado el dilema.

El problema resuelto, tal y como explica la BBC, plantea un escenario en el que un concursante de un programa de televisión debe elegir entre tres puertas: detrás de una  se encuentra un coche, detrás de las otras dos, sin embargo, hay cabras. Una vez el concursante elige una puerta, el presentador (que sabe qué hay detrás de cada una) decide abrir una de las que no había elegido, revelando que detrás había una cabra. Luego, le ofrece al concursante la oportunidad de cambiar su elección original.

En su respuesta, Marlyn Vos Savant argumentó que el concursante al que le ofrecían la posibilidad de cambiar su elección inicial debería cambiar de opinión. De acuerdo con su razonamiento, esto aumentaría sus posibilidades de ganar el gran premio: el automóvil.

La respuesta de Vos Savant se basa en la probabilidad condicional: al cambiar de puerta, el concursante altera las probabilidades a su favor. Inicialmente tenía un tercio de probabilidades de elegir la puerta correcta, pero al abrir una adicional, las probabilidades se redistribuyen a favor de la restante, aumentando dos tercios las posibilidades de ganar.

A pesar de las críticas iniciales, varios experimentos y simulaciones posteriores han confirmado la validez de su argumento. Estos demostraron consistentemente que cambiar de puerta aumenta significativamente las posibilidades de ganar el premio.