El perfume como puerta hacia la curiosidad: así está cambiando la generación Z el mercado de las fragancias
Los jóvenes ya no se conforman con cualquier cosa, buscan experimentar e identificarse a través de sus perfumes.
Un perfume ya no es ese regalo socorrido que salva de un apuro en Navidad o que ponerse antes de salir de casa sin pensar. Las fragancias se han convertido en un auténtico objeto de deseo, una experiencia sensorial e incluso una manera de expresión, especialmente para los más jóvenes.
Basta con bucear un rato en el hashtag #PerfumeTok en redes sociales como TikTok para darse cuenta de que el interés y la curiosidad de la generación Z son infinitas. Los datos también confirman que el sector de la perfumería vive un momento sin precedentes.
“En los últimos años el mercado de la perfumería ha experimentado una evolución significativa, marcada por un mayor interés de los consumidores por la autenticidad y la búsqueda de fragancias que reflejen su identidad personal. Según el estudio El perfume y su vínculo con la persona, realizado por Kantar para Stanpa, el 94,6 % de los españoles utiliza perfume con mayor o menor frecuencia, y más de la mitad (54,7 %) lo usa a diario”, explican desde la Academia del Perfume.
Desde la institución señalan que este dato demuestra no solo que “el perfume sigue siendo un complemento esencial”, sino que para muchas personas es un imprescindible, “como si fuera una joya o un accesorio textil”. Los datos de la plataforma Circana destacan además el auge de la perfumería de nicho o de autor, alejada de las fragancias convencionales que se pueden encontrar en cualquier establecimiento.
Concretamente, la venta de perfumes de lujo aumentó un 8% en Europa, una cifra que es significativamente superior en la franja de entre 18 y un 34%, donde asciende hasta un 16%. Además, estos consumidores no contemplan el precio como un obstáculo ya que están dispuestos a pagar más por un perfume nicho frente a un convencional, cuando el precio medio es de 111 euros y 59 euros respectivamente.
El perfume nicho gana terreno
Este aumento del interés por el perfume entre las generaciones jóvenes ha ido acompañado de ese crecimiento de la perfumería de autor. “En los últimos años hemos visto un cambio muy claro: cada vez hay más interés por los perfumes nicho o de autor. El consumidor ya no busca solo una fragancia que huela bien, sino una que le identifique, que cuente una historia o que le haga sentir algo distinto”, explica el equipo de Abanuc, donde se especializan en perfumería y cosmética de autor.
Desde el establecimiento destacan que son precisamente esas necesidades a las que dan respuesta este tipo de fragancias. “Es precisamente lo que ofrece la perfumería de autor: autenticidad, creatividad y un punto de exclusividad que la perfumería más comercial ha ido perdiendo”, valoran en Abanuc.
En la Academia del Perfume confirman que este tipo de productos más particulares tienen cada vez más demanda. De hecho en 2021 vieron necesario ampliar las categorías y crear una específica para este tipo de perfumes en sus premios. “Aunque es un fenómeno difícil de cuantificar en términos de consumo, el interés es evidente en redes sociales, donde los jóvenes muestran un deseo creciente por conocer más sobre el mundo del perfume e invertir en fragancias como parte de su sello personal”, detallan desde la academia.
Dentro de la perfumería de nicho, el equipo de Abanuc revela que actualmente lo que más está gustando son “las fragancias con personalidad”. “Los gourmand están viviendo un momento muy fuerte, porque ofrecen algo distinto, más apetecible y con carácter. También están funcionando muy bien los amaderados y los chipres, que aportan elegancia y profundidad sin resultar previsibles”, destacan.
Curiosidad y autoexpresión: la relación de la generación z con las fragancias
Para la generación Z una fragancia no es un olor para llevar el resto de su vida, es una manera de expresarse o de experimentar, incluso la base de un ritual. “Ven estos productos como una herramienta de bienestar emocional, y en particular, el perfume se ha consolidado como un vehículo de identidad”, confirman desde la Academia del Perfume.
“En este sentido, hemos visto que el público joven muestra interés por fragancias que reflejan su individualismo y prefieren composiciones originales, potentes y con valores que conectan con su forma de ver el mundo como pueden ser la sostenibilidad, ya sea en su formulación o por su packaging”, apuntan desde la institución. De hecho, desde la Academia también apunta que cada vez más jóvenes están interesados en el perfume desde el punto de vista “profundo y técnico”.
Para muestra, perfiles en redes sociales como el divulgador Adrián Carrera que a través de sus vídeos en redes sociales aporta consejos y detalla conocimientos técnicos y más complejos pero siempre desde un tono cercano para llegar a una mayor audiencia.
El equipo de Abanuc cuenta que el perfil del consumidor de perfume nicho es muy variado pero que todos tienen algo en común: “La curiosidad”. Una curiosidad que reina entre los más jóvenes. “Son personas que valoran la calidad, los ingredientes y la originalidad. Quieren algo que no lleve todo el mundo, algo que hable de ellos. Y sí, entre la generación Z se nota mucho ese interés —buscan diferenciarse, experimentar, salirse de lo establecido—, aunque también hay un público más adulto que ha ido evolucionando hacia este tipo de fragancias”, destacan.
En cuanto a qué tipo de perfumes de autor triunfan más entre los jóvenes, desde Abanuc detallan que “se atreven más con perfumes intensos, unisex o con notas menos convencionales, mientras que las más clásicas siguen prefiriendo composiciones más equilibradas o familiares”.
Desde la Academia del Perfume explican que, más diferencias olfativas, la gran brecha está en la forma de relacionarse con el perfume. “Mientras que generaciones anteriores tienden a mantener fidelidad a una fragancia clásica o icónica, las nuevas generaciones buscan divertirse y prefieren experimentar. De hecho, el estudio El perfume y su vínculo con la persona revela que el 71,2 % de los españoles alterna entre varios perfumes diferentes, eligiendo según la ocasión, el estado de ánimo o la estación del año”, detallan.
Además, explican desde la institución, “los jóvenes no conciben el perfume como un accesorio de género, sino como una herramienta de autoexpresión inclusiva, en línea con una sociedad cada vez más diversa y consciente del bienestar personal”.