De rancio a 'cool': por qué el bigote es tendencia
Moda y Belleza
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De rancio a 'cool': por qué el bigote es tendencia

Es a 2023 lo que fue la barba 'hipster' a 2013. 

Jason Sudeikis como Ted Lasso, Hector Bellerín y Paul MescalGetty Images

Hubo un tiempo en el que llevar bigote formaba era sinónimo de ser el perfecto caballero conservador que utilizaba Varon Dandy. Lucir bigote era rancio e incluso, en algunas ocasiones, turbio, ya que se relacionaba con pervertidos o estrellas del porno. A día de hoy el bigote tiene el mismo estatus de cool que la barba hipster en 2013.

Ahí están los ejemplos de algunos de los rostros más populares del momento como Hector Bellerín, que habitual a llevar un mullet a juego, o Paul Mescal, recién nominado al Oscar por Aftersun y que revolucionó el Festival de Cannes con su poblado bigote. Hace apenas unas semanas era el actor y cantante Donald Glover el que aparecía en la alfombra roja de los Globos de Oro con bigote, en su caso con perilla. La fiebre ha traspasado la pantalla y ha llegado hasta la ficción, donde Jason Sudeikis es el mejor ejemplo en Ted Lasso.

¿Por qué se ha puesto de moda ahora? Como casi todo en moda, porque el pasado siempre vuelve y la nostalgia cotiza cada vez más al alza. En concreto, en los últimos años la moda ha recuperado las tendencias de los setenta gracias en su gran mayoría a firmas como Gucci o Celine y el bigote forma parte del imaginario de esa década.

Además, Mr. Porter, la revista de tendencias del portal de moda de lujo Net-A-Porter da otra pista sobre por qué cientos de hombres se están dejando bigote: la pandemia. El portal explica que la obligación de cortarse el pelo o arreglarse la barba ellos mismos hizo que muchos hombres experimentaran en medio del aburrimiento del confinamiento. “Los rapados a cero, las barbas desaliñadas y los bigotes resultantes se han quedado”, alegan desde Mr. Porter.

Iván, propietario de La barbería de Iván y profesional desde hace 32 años, reconoce que le resulta "curioso" caminar por la calle y ver a tantos chicos jóvenes luciendo bigote. "Sobre todo porque no es que sea una cosa demasiado cómoda y práctica para el día a día. Es una cosa más engorrosa de peinar y retocar", reconoce el barbero.  

El experto explica que, por lo que ve por las calles y en su barbería los más populares son los bigotes finos como podría ser el conocido como bigote inglés, que es el que luce el futbolista Héctor Bellerín. "Muchas veces les apetece llevar bigote pero que no sea demasiado prominente, les gusta llevar algo finito, que sea discreto y que sea fácil de llevar", describe Iván sobre los gustos actualmente. 

También hay que tener en cuenta los cuidados a la hora de elegir un estilo y en eso reina la comodidad: "No hay muchas personas que lleven un bigote al estilo Dalí, que se lo estén trabajando con cera, porque al final es engorroso y tampoco es demasiado práctico". Sí ha se ha rendido a este estilo el cantante Camilo, que luce este tipo de bigote con su barba. 

El barbero también opina que el bigote no es tan agradecido como la barba y que "no a todo el mundo le queda bien" y que conseguir un buen resultado depende mucho del tipo de bigote que se quiera llevar y las facciones del rostro. "El pelo del bigote es diferente al pelo de la barba y es más grueso y digamos disparado que el pelo de la cabeza, entonces puede quedar muy abultado. Si tienes suerte y tienes un bigote más dócil se te quedará mucho más asentado, mientras que si tienes el pelo más disparado te hará un labio mucho más gordo", explica.

Además, insiste en que "es un poquito complicado manejar el afeitado" en comparación con el de la barba. "Hay que darle una forma para que no te haga el labio demasiado grueso, también en algunos casos que no te coma demasiado la cara", ejemplifica el profesional.

Cómo cuidarlo en casa

"Siempre recomiendo que cuando una persona se lava la cabeza utilice el mismo champú, si es un champú hidratante, para lavarse el bigote o la barba", aconseja Iván, que explica que el pelo hace que la piel no transpire y pueda resecarse. 

Si se quiere añadir otro producto, el barbero recomienda un bálsamo que pueda hidratar tanto el bigote como la piel, pero no los populares aceites. "El aceite no hace absolutamente nada, el aceite lo que hace exclusivamente es darte una sensación de que queda suavecito, hasta que después se nota aceitoso y sucio", explica. 

Igualmente, para peinarse o retocarse el bigote, recomienda apostar por productos sencillos y no necesariamente costosos: "No hace falta ponerse una cera en concreto que sea exclusivamente de barba. Recomendaría que la gente no se volviera muy loca con los productos de barba porque sinceramente son excesivamente caros para lo que realmente funcionan". 

MOSTRAR BIOGRAFíA

Soy redactora de LIFE en El HuffPost España, esa sección en la que intentamos contar el lado hedonista de la vida sin dejar de lado otras realidades.

  

Sobre qué temas escribo

Como redactora de LIFE, escribo sobre temas de cultura, moda, belleza o estilo de vida. También he abordado temas de medioambiente, feminismo o sociales, pero donde más cómoda me encuentro es explorando la relación de la moda con otras disciplinas culturales o su impacto social, y sobre todo lo que tenga que ver con el cuidado de la piel.

 

Siempre desde una perspectiva cercana, he tratado cuestiones como la estrategia del Museo del Prado para triunfar a través de sus redes sociales, explicado cómo Melania Trump utilizó su armario como arma política o desmentido bulos relacionados con la protección solar. Es probable que el 80% de los temas que he publicado se hayan escrito mientras sonaban Beyoncé, Oasis y Arctic Monkeys. Además, también me encargo de preparar el boletín de LIFE que enviamos cada sábado intentando resumir la actualidad de la semana.

 

Mi trayectoria

Nací en Vigo en 1992 y desde que tengo uso de razón siempre quise ser periodista. La única excepción fue la época en la que tuve fantasías con ser pintora, pero descarté rápido la idea cuando mis padres me anotaron a clases y me di cuenta de que no era lo mío. Estudié Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde me gradué en 2014 después de pasar un año en Roma que me hizo apreciar todavía más la cultura italiana. Dejé Galicia para mudarme a Madrid en 2015 y cursar el Máster de Periodismo Cultural en la Universidad San Pablo Ceu. Aprendí en Radio Galega y en Pentación Espectáculos, donde descubrí lo que hay detrás de producciones de teatro y de grandes eventos como el Festival de Mérida. Colaboré puntualmente con Guía Repsol o la revista L'Officiel y llegué a El HuffPost en 2016, donde empecé compaginando mi trabajo como redactora de Branded Content con temas para la sección de tendencias, que terminó convirtiéndose en LIFE, donde actualmente soy una de las redactoras. Fui finalista en los Premios Ecovidrio de 2017.

 


 

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