Descubren que la pubertad precoz podría estar vinculada a una sustancia química usada en ciertos productos
Investigaciones anteriores habían señalado a factores como la obesidad y la alimentación como los responsables de esa pubertad temprana.

A lo largo de las últimas décadas, la edad de inicio de la pubertad en las niñas se ha reducido de forma considerable. Esa pubertad precoz (que se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad o diabetes) preocupa a los científicos, que están buscando una explicación al respecto.
En ese sentido, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de EEUU ha identificado una sustancia que apunta a poder afectar a la zona del cerebro que activa el comienzo de la pubertad.
Investigaciones anteriores habían señalado a factores como la obesidad y la alimentación como los responsables de esa pubertad temprana. Sin embargo, este hallazgo abre una nueva vía para los científicos.
Tras analizar 10.000 sustancias, los investigadores han identificado al almizcle ambreta, un compuesto aromático sintético, como el "culpable" más probable de esa creciente pubertad precoz.
El almizcle ambreta es una sustancia que se utiliza ampliamente en la fabricación de perfumes baratos o imitaciones, además de en otros productos aromáticos destinados al cuidado personal.
La explicación científica es que el almizcle ambreta puede unirse a un receptor del hipotálamo relacionado con la pubertad, lo que provoca la liberación de la hormona GnRH, implicada en la maduración de los órganos sexuales y en la producción de estrógenos, testosterona y progesterona.
En experimentos con células hipotalámicas humanas y larvas de pez cebra, el almizcle ambreta ha derivado en la producción de la mencionada hormona GnRH. No obstante, los científicos subrayan que este estudio se trata solo de un primer paso.
Para confirmar que el almizcle ambreta tiene vinculación con la pubertad precoz son necesarias más investigaciones en mamíferos y análisis de muestras de sangre en humanos.
