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Muchos asocian la demencia a la vejez, pero se puede padecer desde joven por un motivo

Muchos asocian la demencia a la vejez, pero se puede padecer desde joven por un motivo

Se trata de un hábito relativamente frecuente.

Escáner del cerebro para detectar signos de demencia y AlzheimerGetty Images/Science Photo Library

A la hora de hablar de demencia se suele asociar con personas mayores y con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Y los datos lo reflejan, según las estadísticas del ministerio de Sanidad, a partir de los 65 años una de cada 10 personas puede padecer demencia, incrementándose a un tercio en personas mayores de 85 años. No obstante, la prevalencia de demencia entre personas entre los 40 y los 65 años ronda el 0,05%.

Sin embargo, hay determinados hábitos como un consumo excesivo de alcohol que pueden hacer que aparezca un tipo concreto de demencia a edades tempranas. Se trata de la conocida como demencia alcohólica o síndrome de Wernicke-Korsakoff, asociado un a déficit severo de vitamina B1. 

Tal y como recoge el medio finlandés Ilta Sanomat Ulriika Sundell, directora médica de la aseguradora A-klinikka Oy y especialista en abuso de sustancias, apunta que los daños cerebrales se vuelven más graves cuanto más tiempo se continúa bebiendo.

Según explica, está infradiagnosticado en el país nórdico ya que "los síntomas de deterioro de la memoria causados por el alcohol también se confunden fácilmente con síntomas de trastornos progresivos de la memoria" como pueden ser el Alzheimer y la  enfermedad de cuerpos de Lewy.

Además, apunta que el consumo de alcohol, además de producir este tipo de demencia, que se reduce cuando se deja el consumo, puede incrementar el riesgo de otras demencias degenerativas. "Puede ser una combinación de varios trastornos de la memoria, lo que significa que la persona también puede tener un trastorno de la memoria progresivo. La demencia alcohólica y el consumo excesivo de alcohol también aumentan el riesgo de sufrir trastornos cerebrovasculares y, por consiguiente, demencia", añade.

Según explica, aunque la edad más frecuente de demencia alcohólica son los 50 años, hay cada vez más casos a partir de los 25 años. "Tenemos personas jóvenes, hasta de 30 años, que padecen demencia severa causada por el consumo de alcohol", señala y recuerda que algunos daños no son reversibles. "Una vez que pasas cierto punto, no hay vuelta atrás, incluso si dejas de beber. Por supuesto, algunos de los daños pueden repararse con el tiempo", matiza.

Según el medio finlandés, para un hombre sano en edad laboral, se considera un consumo de riesgo moderado unas 14 bebidas alcohólicas por semana y alto si consume entre 23 y 24 bebidas semanales. En el caso de las mujeres, la cantidad de riesgo se reduce a la mitad, riesgo moderado 7 bebidas semanales y 12 consideras de riesgo alto. 

Sundell recuerda que los síntomas pueden confundirse con otros trastornos de la memoria ya que "pueden presentarse problemas de equilibrio y deterioro de la memoria y del razonamiento. 

"Las cosas nuevas no se quedan en la mente del mismo modo que antes y los nombres, por ejemplo, se confunden. También puede haber una disminución de la coordinación y dificultades en el control ejecutivo: las manos y los ojos no trabajan de manera coordinada cuando, por ejemplo, intentamos preparar café o poner la televisión. En otras palabras, las actividades cotidianas no van tan bien como antes", resume.

La especialista recuerda que cuando una persona joven padece trastornos de la memoria, se empieza a pensar en varias causas como "un trastorno del estado de ánimo, insomnio y abuso de sustancias": "Todos ellos pueden tratarse bastante bien, lo que significa que el pronóstico es bueno, a menos que se trate de ciertos tipos de trastornos hereditarios de la memoria".

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