Rescatan la pastilla arrinconada en botiquines españoles y lo convierten en nueva 'arma' para combatir el Alzheimer
Las últimas investigaciones parecen confirmar que existe una relación entre la enfermedad y la estabilidad y la calidad del sueño.

Aunque la mayoría de los interrogantes sobre las causas del Alzheimer aún están por resolver, los avances científicos comienzan a dar algunas pistas y cada vez parece más cercano el modelo que ayude en la prevención, así como el tratamiento que detenga el deterioro cognitivo.
Por ejemplo, las últimas investigaciones parecen confirmar que existe una relación entre la enfermedad y la estabilidad y la calidad del sueño. Que nuestro descanso no sólo es beneficioso para nuestra vida diaria, sino también para nuestra salud cerebral a largo plazo es más que una evidencia científica, pero es que además la dificultad para conseguir un sueño profundo puede ser una señal de alerta temprana de la enfermedad.
El retraso en alcanzar la fase REM del sueño, la etapa más profunda del ciclo del sueño esencial para la consolidación de la memoria, el aprendizaje y la creatividad, podría indicar cambios cerebrales vinculados con la enfermedad de Alzheimer. "Estos retrasos se asocian a mayores niveles de amiloide y tau, dos proteínas tóxicas que se acumulan en el cerebro de las personas que padecen la enfermedad", recogen en el medio griego philenews.com.
Una de las investigaciones que avalan esta teoría, tras monitorizar los patrones de sueño de 128 voluntarios, con una edad promedio de 70 años, la encabezó el doctor Yue Leng, profesor asociado de la Universidad de California en San Francisco: "El sueño REM insuficiente o retrasado altera la capacidad del cerebro para consolidar recuerdos, dañando potencialmente el hipocampo, un área vital para la formación de la memoria. Este trastorno también puede aumentar el cortisol, la hormona del estrés, afectando negativamente la función cognitiva".
Con estas certezas, algunos estudios realizados en animales sugieren que mejorar el sueño REM puede mitigar los cambios cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer y se ha demostrado que la melatonina, utilizada como ayuda para dormir, promueve el sueño REM y reduce la acumulación de amiloide y tau en ratones.
