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Soy técnica en nutrición y nunca meto estas barritas de cereales de Mercadona en mi carrito
Salud

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Soy técnica en nutrición y nunca meto estas barritas de cereales de Mercadona en mi carrito

No son saludables porque contienen azúcares añadidos harinas refinadas, grasas de baja calidad, ingredientes ultraprocesados y muy poca fibra.

Barritas de cereales y miel.Artem Stepanov

Las barritas de cereales llevan años vendiéndose como una opción "sana", "fit", “energética” o incluso “ideal para picar entre horas”, recuerda la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón. Esto se debe a que su formato práctico, su aspecto visual y su presencia en zonas estratégicas del supermercado hacen que muchas personas las perciban como una alternativa saludable, razona esta experto. "Pero desde mi experiencia, con formación en salud hormonal y alimentación basada en evidencia, mi visión es muy distinta", afirma esta técnica en nutrición.

"No añado las barritas de este tipo de Mercadona a mi carrito, ni éstas ni otras similares, en primer lugar, porque, si miramos la etiqueta de muchas de estas barritas, incluso las que se promocionan como fitness, encontramos lo que encontramos son azúcares añadidos (jarabe de glucosa, azúcar, miel en polvo…), harinas refinadas, grasas de baja calidad e ingredientes ultraprocesados para mejorar textura o conservación", explica Luzón. 

Además, contienen "muy poca fibra real, pocas proteínas y escaso aporte de micronutrientes", añade la nutricionista. Así que, en resumen, "no son ni un alimento completo, ni especialmente saciante, ni la mejor opción si buscamos cuidar nuestra salud a medio y largo plazo".

La pregunta siguiente es, entonces, si no debemos comer ninguna barrita. "No se trata de demonizar un producto puntual, ni de caer en el “esto es bueno, esto es malo”, responde Luzón. "Lo importante es poner en contexto: si lo consumes con frecuencia, pensando que es sano o porque no llegas con hambre al almuerzo, tal vez el problema no sea la barrita en sí, sino la falta de una alimentación estructurada, saciante y adaptada a tus ritmos reales.

Ana Luzón explica que, en consulta, trabaja mucho el ayudar a sus pacientes "a reconectar con el hambre real, planificar de forma sencilla y tener a mano opciones nutritivas que sí suman: fruta, frutos secos, lácteos, huevos cocidos, bocadillos con buen pan integral, incluso repostería casera con ingredientes reales". "Son opciones que alimentan, no solo llenan", añade.

Otro problema que quedaría por resolver es la alternativa a estas barritas para las personas que las consumen por falta de tiempo. "Lo entiendo", dice Ana Luzón, "y, por eso, más que buscar productos que nos “salven”, propongo herramientas que nos den autonomía". "Preparar un desayuno con avena, fruta y frutos secos, llevarte un plátano y/o un puñado de frutos secos, o incluso aprender a hacer tus propias barritas caseras si te gusta ese formato, te devuelve el control y mejora tu relación con la comida", asegura esta técnica en dietética.

Además, nos recuerda que "la energía que necesitamos para el día a día no depende de una barrita concreta, sino de un patrón de alimentación equilibrado, suficiente y ajustado a tu cuerpo, junto con un descanso reparador". "Ningún snack puede compensar una alimentación desordenada o una falta crónica de sueño", sentencia.

Así que, en resumen, concluye Luzón, "no añado barritas de cereales a mi carrito y no porque crea que hay alimentos prohibidos sino porque hay otras opciones que me nutren más, me sacian mejor y se ajustan a lo que mi cuerpo necesita". Y acaba con un consejo final: "Si estás cansada de comer lo que 'se supone' que hay que comer para estar saludable, tal vez ha llegado el momento de hacer las paces con tu cuerpo y con la comida, y empezar a construir una alimentación que tenga sentido para ti".