Un jardinero afirma que el compuesto para el dolor de estómago es mano de santo si quieres una piscina cristalina
Es un producto que probablemente ya tengas en casa.

Con el calor, una piscina en el jardín es un pequeño paraíso. Refrescarse bajo el sol, dejar que los niños jueguen durante horas o nadar tranquilamente por la noche son placeres que muchos disfrutan.
Pero mantener el agua limpia y transparente es otra historia. Basta con unos pocos descuidos para que el azul cristalino se transforme en un verde pantanoso, con paredes resbaladizas y algas campando a sus anchas.
Frente a este problema, un jardinero con años de experiencia en el mantenimiento de piscinas ha asegurado al medio CZ tener la solución más barata y efectiva. Se trata de un producto que probablemente ya tengas en casa y que, curiosamente, suele usarse para aliviar el dolor de estómago.
El “milagro” del pH
El bicarbonato de sodio no solo sirve para hornear, limpiar o eliminar olores de la nevera. También es un regulador natural del pH del agua de la piscina. Según cuentan en CZ si las tiras reactivas indican que el pH está por debajo de la cifra 7,2 basta con añadirlo en pequeñas dosis, mezclar bien y volver a medir.
Es una muy buena solución ya que este método es económico, respetuoso con el medio ambiente y, según expertos, solo se necesitan unos 180 gramos para subir una unidad de pH en una piscina de 10 m³.
Pero el truco no termina ahí, ya que el bicarbonato también ayuda a reducir olores, frena el crecimiento de ciertas algas y puede utilizarse para limpiar las paredes de la piscina. Y si lo compras en grandes cantidades, incluso sirve para el cuidado del césped.
Otros aliados caseros para el agua perfecta
Además del bicarbonato, este jardinero recomienda otras soluciones económicas:
- Sava sin aroma: desinfecta y elimina bacterias, aunque hay que esperar 24 horas antes de bañarse tras su uso.
- Sal de mesa: útil para sistemas de salinización o para una desinfección suave, pero sin abusar para no dañar piel ni materiales.
- Vinagre de sidra de manzana: ideal para bajar el pH de forma natural si está demasiado alto.
La clave es no añadir químicos sin cuidado y siempre medir el agua antes de actuar. A veces, el secreto para tener una piscina impecable no está en la tienda de productos caros, sino en la despensa de tu cocina.
