Un nutricionista estalla al ver la comparativa entre estas dos latas de atún: "Me parece demencial"
Algunas marcas han lanzado líneas especiales con proteínas, incluso en aquellos productos que ya son ricos en este nutriente.

Las líneas de productos altos en proteínas son cada vez más frecuentes en los lineales de supermercados. Generalmente bajo unas etiquetas negras, se encuentran especialmente lácteos como yogures o batidos, pero también hay algunos panes e incluso algunas marcas han lanzado latas de atún.
Esto es algo que ha llamado la atención especialmente al nutricionista Pablo Zumaquero, que se ha quejado en un vídeo de Instagram de cómo incrementan el precio bajo este reclamo sin que haya un aumento especialmente significativo de proteínas a nivel nutricional.
"Lo de que los productos altos en proteínas se nos está yendo de las manos es algo que sabemos desde hace tiempo, pero es que lo que he visto hoy con estos dos tipos de atunes me parece demencial", comienza explicando en un vídeo en Instagram ante dos paquetes de latas de atún: uno etiquetado como "high protein" y otro como "atún al natural".
Tal y como repasa en la tabla nutricional de las primeras latas de atún en conserva, etiquetadas como altas en proteína, el contenido es de 26 gramos de proteína por cada 100 gramos de producto, mientras que el "no alto en proteínas" tiene un valor de 24 gramos por cada 100 gramos de producto.
El nutricionista denuncia especialmente la diferencia de precio. Mientras que el pack de tres latas de atún al natural es de 1,99 euros, el de dos latas de atún altas en proteínas es de 2,15 euros. "Sería pagar tres veces más por dos gramos más de proteínas por cada 100 gramos de producto. Es una estafa", concluye.
Tal y como explica en su post, esta tendencia empezó especialmente en yogures proteicos orientados a deportistas que necesitaban aumentar la ingesta de proteína. "Eran ya productos altos en proteína en sí mismos y el proceso de concentrar la misma era sencillo", recuerda. Sin embargo, con el paso del tiempo, este reclamo ha ido extendiéndose.
"Pero luego la industria alimentaria vio que el reclamo 'alto en proteína' daba la sensación a la población de que el alimento era más saludable y podían aumentar el precio a productos normales y la gente pagaba más por la misma materia prima. Y al final hemos llegado a estas aberraciones...", concluye.