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El curioso Arco que viste a Granada y Federico García Lorca le dedicó un poema

El curioso Arco que viste a Granada y Federico García Lorca le dedicó un poema

Un testigo de la evolución de la ciudad desde su fundación hasta ahora.

Vista de la Alhambra de Granada.GETTY images

Granada es un auténtico paraíso para los amantes del arte y la historia, con un rico patrimonio que abarca desde los azulejos nazaríes hasta el arte románico y renacentista. Cada rincón de la ciudad presume de una belleza y un legado cultural inigualable. Más allá de los emblemáticos recintos de la Alhambra y la Alcazaba, existe una joya de menor tamaño pero igual de fascinante que sus compañeros granadinos.

Estamos hablando de la Puerta de Elvira, un pequeño arco que condensa en su silueta siglos de historia granadina. Erigida en el siglo XI por los sultanes ziríes, esta estructura era la principal entrada a la ciudad durante la dominación islámica, ya que servía de acceso desde el camino de Medina Elvira a la cuesta de Alhacaba y, por ende, a la calle de Elvira. Hoy en día es un testigo de la evolución de Granada desde su fundación islámica hasta la ciudad moderna.

Esta fortaleza, también conocida como Arco de Elvira, es una de las más antiguas de las trece que encontramos en la actualidad. Además, fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1896. Es tal su importancia cultural y arquitectónica, que el poeta granadino Federico García Lorca lo menciona en su poemario 'Diván de Tamarit', concretamente en el poema 'Gacela del mercado matutino': 

“Por el arco de Elvira
quiero verte pasar
Para saber tu nombre
y ponerme a llorar.”
Federico García Lorca.

Una puerta con historia

A lo largo de los siglos, el monumento ha experimentado numerosas transformaciones, siendo la más importante de ellas la que se produjo durante el reinado de Yusuf I, perteneciente a la dinastía nazarí. Fue entonces cuando la puerta se reafirmó como fortaleza autónoma, con un total de cuatro torres, tres barbacanas y dos puertas interiores que la conectan con el entramado urbano.

No obstante, en 1612 se llevó a cabo la demolición de las tres barbacanas para allanar la explanada previa y se decidió construir un total de doce casas adosadas a la muralla. Posteriormente, durante la etapa de la ocupación francesa se derribaron varios tramos de muralla, así como un gran número de puertas chapadas con hierro, incluida la Puerta del Hierro que se erigió en el siglo XIV con la intención de comunicar el Albaicín con la medina. 

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Tras numerosas obras de restauración que han permitido preservar este símbolo arquitectónico, actualmente solo se conserva el arco exterior nazarí, flanqueado por dos robustas torres de tapial rematadas con almenas y un estribo norte, formado por tres arcos de ladrillos que sustentan el adarve. Eso sí, su clásico arco de herradura recuerda otros accesos nazaríes granadinos, como las puertas de la Rambla y de la Justicia.