Los británicos descubren el rincón de España más fresco y húmedo y empiezan a hacer las maletas
Un lugar donde todavía no ha llegado la masificación turística.

Frustrados por el turismo masivo que colapsa cada verano ciudades como Barcelona o las playas de Baleares y la Costa del Sol, cada vez son más los turistas del Reino Unido que se adentran en destinos casi olvidados donde poder disfrutar de unas vacaciones tranquilas. Además, con unas temperaturas extremas que rondan los 40º C, cada vez se hace más necesario buscar refugios frescos donde no haya llegado la masificación.
En este contexto, muchos británicos han cogido especial cariño a la Sierra de la Demanda, un lugar poco conocido que no solo ofrece un clima más fresco y húmedo, sino que además no hay apenas turistas. Situada en el interior norte del país, sus montañas abarcan las regiones menos pobladas de Burgos, Soria y La Rioja, por lo que ofrecen una bocanada de aire fresco y una conexión directa con la naturaleza.
A medio camino entre Madrid y Santander, sus cumbres de piedra caliza se elevan hasta los 2.271 metros del pico San Lorenzo, y entre ellas se alternan valles, ríos, gargantas y lagunas glaciares que conforman un paisaje casi virgen, apenas surcado por carreteras. Este aislamiento, junto a un clima notablemente más fresco y húmedo que el Mediterráneo, ha despertado el interés de viajeros en busca de tranquilidad y bajas temperaturas.
Sus muchos encantos
La razón de este contraste térmico reside en la propia orografía de la sierra. Por cada 100 metros de altitud, la temperatura media desciende entre 0,5° C y 0,6° C, mientras que las precipitaciones aumentan conforme asciende el aire y se enfría. Esto permite que los hayedos y pinares permanezcan verdes incluso en los meses de más calor, consolidando la región como un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza.
Lo más cercano a una zona turística aquí es el pueblo de Ezcaray, al pie de la vertiente norte, donde se ubica la pequeña estación de esquí de Valdezcaray, construida en la década de 1970. Más al sur se encuentran las Lagunas de Neila, un conjunto de lagunas glaciares rodeadas de acantilados y pinares que ofrecen un chapuzón refrescante a 1.800 metros, mientras que el pintoresco Quintanar de la Sierra sirve de base para explorar rutas de senderismo y ciclismo.
Para los que busquen un turismo más cultural podrán visitar la necrópolis altomedieval de Cuyacabras, con tumbas excavadas en roca, y los yacimientos de huellas de dinosaurio cercanos a Salas de los Infantes. Así como los amantes del cine podrán visitar los parajes donde se rodó ‘El bueno, el feo y el malo’ en 1966. En definitiva, la Sierra de la Demanda se trata de todo un refugio del calor y la masificación con mucho que ofrecer.
