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La isla de Europa que pide turistas y aconseja no malgastar el dinero en España

La isla de Europa que pide turistas y aconseja no malgastar el dinero en España

En 2024, Malta batió su récord de visitantes después de recibir el año pasado a 3,56 millones de turistas e incrementaron un 26% las estancias en temporada baja.

Un grupo de turistas come en un restaurante abierto en uno de los callejones de la capital de Malta, La Valeta.
Un grupo de turistas come en un restaurante abierto en uno de los callejones de la capital de Malta, La Valeta.Emad Aljumah

Mientras España intenta encontrar la fórmula para contrarrestar el turismo masivo en los destinos que tradicionalmente eligen los turistas extranjeros para pasar sus vacaciones, una isla situada en el Mediterráneo, competencia directa de los operadores nacionales, ha decidido sacar provecho de una polémica doméstica: las manifestaciones que culpan a la proliferación de apartamentos turísticos en las ciudades españolas y que expulsan de sus barrios a los vecinos. En Malta no hay ni protestas ni pancartas. Lo que sí tienen son ganas de que lleguen más turistas, mejor aún si son británicos que no se sienten bienvenidos en destinos españoles tan populares como son Tenerife o Barcelona.

La responsable de un conocido pub situado en Bahía de San Pablo, uno de los principales núcleos turísticos de Malta, ha animado a los británicos a replantearse el destino para sus vacaciones. Marisa Farrugia, que gestiona el Red Lion Pub, ha dejado clara la postura más común entre los empresarios del sector turístico: "Cuantos más tengamos, mejor para nosotros", confiesa en declaraciones recogidas por el tabloide británico Daily Express, en el que ha defendido que los turistas "se sienten más bienvenidos" en Malta que en otros destinos europeos marcados por el turismo masivo.

La invitación de Malta no es casual. En los últimos años, las protestas contra el turismo masivo han ido incrementándose en varios puntos de España. En Barcelona, vecinos de zonas históricas como el Gòtic o la Barceloneta han llenado las calles por la subida de los alquileres por la proliferación de apartamentos Airbnb en la capital catalana, la pérdida de identidad en los barrios y el uso que hacen los touroperadores del espacio público. En las Islas Canarias y Baleares, son ya muchos los colectivos ciudadanos que acusan al modelo turístico de disparar el precio de la vivienda y de agotar recursos básicos como el agua. 

Malta crece mientras España se satura

En este contexto, Malta ha cogido carrerilla. El país, que depende altamente del turismo, recibió 3,56 millones de visitantes en 2024, un 20% más respecto el año anterior. El dato, publicado en febrero por el director ejecutivo de la Autoridad de Turismo de Malta, Carlo Micallef, también destaca un incremento del 26% de turistas durante la temporada baja. "Mucho del impulso vino en los meses de invierno”, señaló entonces a The Times of Malta.

La Bahía de San Pablo, al noreste de la isla principal, es uno de los destinos preferidos por los visitantes británicos. Con casi 38.000 habitantes y un espectacular paisaje, bares y el sol asegurado, la región basa su economía en torno a los turistas y Marisa Farrugia, la que es propietaria del pub Red Lion, no lo oculta: "Aquí la gente depende mucho del turismo".

La experiencia de la pandemia, cuando el cierre de fronteras convirtió todo el entorno en un "pueblo fantasma", ha dejado huella entre los vecinos. "No había nada, sin turistas no teníamos nada”, recuerda Farrugia. Y el mensaje es claro: si en España no quieren a los turistas, en Malta sí. "La gente es mucho más simpática", asegura la responsable de un pub que, asegura al tabloide británico, es la primera parada para los que llegan a la isla.

Vista aérea de la Bahía de San Pablo, en Malta.
  Vista aérea de la Bahía de San Pablo, en Malta.Westend61

Cambio de chip entre los viajeros británicos

Malta no solo ha crecido en cifras, también en perfil. El país ha logrado atraer cada vez más visitantes durante todo el año, rompiendo con la estacionalidad típica del turismo de sol y playa. Muchos británicos han optado por escapadas fuera de julio y agosto, huyendo de las multitudes y de los precios inflados en España. A eso se suma una creciente promoción del archipiélago en medios británicos, que destacan su clima suave, su herencia cultural y su uso del inglés como lengua cooficial.

Mientras tanto, en ciudades como en Palma, capital de Mallorca, o en San Sebastián, las autoridades buscan fórmulas para controlar el turismo masivo. Algunas medidas, como las restricciones al alquiler vacacional, la subida de la ecotasa o la limitación de cruceros, han generado polémica entre empresarios y residentes. Y no parece que el clima vaya a calmarse de cara al verano de 2025.

Farrugia, desde su bar en la Bahía de San Pablo, no se mete en esos debates. Lo suyo es ofrecer una pinta fría y una sonrisa. "Aquí todo el mundo es bienvenido", repite al tabloide británico. Y, por si quedaba alguna duda, lo deja claro: "Cuantos más tengamos, mejor".