Un pasajero dice "basta" a la gente que reclina sus asientos en pleno vuelo y da con un método que muchos ya califican de icónico
La tensión de viajar en espacios cada vez más reducidos.

En algunos vuelos largos son muchos los pasajeros que parecen olvidar que están en un espacio compartido y actúan como si estuvieran en su propia casa: se descalzan, extienden sus pertenencias y reclinan el asiento sin mirar si quien va detrás sufre por la falta de espacio. Esas pequeñas confianzas convierten el viaje en una prueba de tolerancia y no es raro que se generen tensiones o discusiones entre desconocidos.
Esto fue lo que pasó en un vuelo nocturno que se ha vuelto viral en redes sociales y ha reavivado la vieja polémica sobre la etiqueta en cabina y el espacio personal. En un vídeo compartido en TikTok por la cuenta @heyimgazza se muestra a un pasajero manteniendo las manos apoyadas contra los respaldos de los asientos delanteros para impedir que los viajeros de la fila de delante reclinen sus asientos.
Según la descripción del video, que ya acumula millones de visualizaciones y miles de comentarios con posturas enfrentadas, la escena se prolongó durante un vuelo nocturno de ocho horas. El autor de la grabación cuestionó en tono irónico si la aerolínea debería “prohibir” a pasajeros que actúen así, y la publicación rápidamente se ha convertido en foco de debate en redes sociales.
¿Es una falta de respeto?
Las reacciones fueron de todo tipo: hay quienes aplaudieron la acción y catalogaron al pasajero como un “héroe” de los que sufren por la falta de espacio; otros lo consideraron una medida exagerada y opinaron que, si no te gusta la reclinación, la solución es pagar por más espacio o elegir otro tipo de billete. La discusión en los comentarios refleja la división clásica: reclinarse es una función del asiento para unos y una falta de cortesía para otros.
Desde comentarios como “Lo hizo bien, la gente que reclina sus asientos es muy molesta” hasta otros como “Nunca entendí el drama de los asientos reclinables. ¿Reclinar el tuyo también?”, las reacciones en redes muestran un abanico de posturas enfrentadas. El debate no es solo sobre un gesto aislado, sino sobre cómo convivir en un espacio reducido: desde priorizar la cortesía hasta reclamar reglas más claras por parte de aerolíneas.
En resumen, la escena del pasajero “plantado” se ha convertido en otro capítulo de la larga serie de disputas de etiqueta aérea: mientras algunos celebran su firmeza como “icónica”, otros lo ven como un síntoma de la tensión de viajar en espacios cada vez más reducidos. Hasta que las aerolíneas propongan cambios y reglas más claras, lo mejor es una comunicación tranquila y, si hace falta, la intervención de la tripulación antes de que una discusión escale.
