El dueño de un estanco revela la verdad detrás de boletos ganadores compartidos: "Los humanos somos un poco viles"
Describe una situación que a ojos de mucha gente puede parecer increíble.

Ganar la lotería es uno de esos sueños húmedos a los que toda persona aspira en la vida. Conseguir una suma de dinero suficientemente importante como para jubilarte y hacer lo mismo con gran parte de tu familia. Sin embargo, es cierto que no es nada habitual, ya que es bastante improbable hacerse con la combinación ganadora de cualquier sorteo que se celebre: ya sea Euromillones, Primitiva, Bonoloto...
Pero es verdad que cada cierto, el sorteo de Euormillones le toca a algún afortunado, y al tratarse de un sorteo europeo, la ganancia supera por mucho a los sorteos nacionales. De hecho, es frecuente que se pongan en juego 250 millones de euros (premio máximo), debido a que es complicado que haya acertantes, pero cuando los hay, la suma de dinero es sumamente alta.
Pero, ¿qué ocurre? En muchas ocasiones, para estos sorteos -y teniendo en cuenta que las cantidades que se pueden ganar son altísimas- mucha gente juega compartiendo con más gente (amigos, familia...), algo que es muy común en todos los países, y en España ni qué decir, ya que es algo tremendamente habitual como podemos comprobar con la Lotería de Navidad, en la que se comparten décimos a medias, entre tres o incluso entre grupos enteros.
Sin embargo, no siempre sale bien. Y es que, aunque la probabilidad de ganar sea muy cercana a cero, siempre hay algunos elegidos que consiguen hacerse con el premio. Y en el caso de que salte la sorpresa y se hagan con el premio y ese boleto sea compartido con más gente, en ciertas ocasiones la gente es muy mezquina: el dinero es el dinero. Y con tal de acaparar más, son capaces incluso de dejar tirados a familiares o amigos con los que había un acuerdo previo de que en caso de ganar se repartirían de forma igualitaria.
Situaciones como esta no son tan extrañas aunque pueda parecer asombroso, tal y como explica un estanquero francés. Según relata, él ha sido testigo de cómo ha habido ocasiones en las que un afortunado no ha querido compartir el premio con gente con la que lo tenía acordado previamente, pero se trataba de un acuerdo que no constaba en ningún lugar legal, por lo que se podría considerar que es un 'tu palabra contra la mía'.
Como definición, este propietario de un estanco asegura que "las personas somos un poco viles", en referencia a la gente que acomete este tipo de prácticas. Y da algunos consejos para evitar estas incómodas situaciones, como puede ser el hecho de escribir un mensaje de texto o Whatsapp antes de 'echar la lotería'. Un simple "Ven esta noche, jugamos a Euromillones porque hay 250 millones de euros en juego", puede ser decisivo a la hora de reclamar un premio.
De igual manera, afirma que en muchas ocasiones, el testimonio del propio estanquero o lotero puede resultar decisivo si la cuestión termina llegando a los tribunales, y es probable que en caso de que la palabra de la persona de la administración sea favorable a los reclamante, se puede hacer justicia.