Ocho preguntas estúpidas sobre la adopción

Ocho preguntas estúpidas sobre la adopción

Dos de mis hijos son adoptados. Mi hermano y algunos de mis primos también lo son. Desde que era pequeña, la adopción ha sido un proceso normal para tener hijos. Pero como madre adoptiva, no dejan de hacerme preguntas maleducadas, cotillas y, a veces, muy extrañas.
'¡Qué guapa es! ¿De dónde es?'

'¡Qué guapa es! ¿De dónde es?'

Con siete años de experiencia a mis espaldas, cuando me preguntó: "¿de dónde es?" después de dedicarle a mi hija un cumplido por lo guapa que era, le miré fijamente a los ojos y le contesté: "De mi útero". Jamás me han cobrado tan rápidamente en un supermercado.
Me perdí el nacimiento de mi hija

Me perdí el nacimiento de mi hija

Me perdí el nacimiento de mi hija. No sé si nació por la mañana o por la tarde. No sé nada de su madre ni de cómo fue el parto. Me pregunto si la madre de mi hija lloró o si le dio un beso en la mejilla y le deseó una buena vida.
Que nadie te diga que tus padres adoptivos no son tus padres

Que nadie te diga que tus padres adoptivos no son tus padres

Simone Biles y su hermana pequeña pasaron un tiempo en un centro de acogida antes de ser adoptadas por su abuelo materno, Ron Biles, y la mujer de éste, Nellie. Cuando un comentarista niega públicamente que Ron y Nellie son los padres de Simone, esto supone un duro golpe para las familias adoptivas de todo el mundo. No es tarea suya decir si son o no sus padres.
Lo (no) natural

Lo (no) natural

Si alguien opta por la monogamia, debe ser consciente de que tendrá que luchar contra parte de su biología. Pero no es imposible: las personas luchan con su biología todo el tiempo. Pero ojo, el hecho de que la fidelidad no sea algo natural no implica que sea un comportamiento negativo o perjudicial.
¿Adoptados trastornados?

¿Adoptados trastornados?

En torno a datos de investigación mal entendidos o a los casos más graves de entre los más graves sobre adopciones, es fácil construir relatos periodísticos tan llamativos como equivocados e injustos. Los chicos y chicas que esperan ser adoptados serán los más perjudicados por esa visión deformada según la cual ni sus genes ni su historia previa dejan lugar para la esperanza.