La ayuda de Washington fue clave para ahondar en la crisis económica del país y sustentar el poder militar posterior, bien visto para frenar al marxista Allende.
El periodista cordobés resumió en un libro las huellas de un suceso estremecedor ocurrido en 1973, en los inicios de la dictadura chilena, del que se cumplen 50 años.
El primer presidente marxista democráticamente elegido en el mundo cayó por el levantamiento de su ejército, animado por EEUU. Su suicidio, la represión posterior y el ordeno y mando marcaron la historia de la izquierda en América Latina.
Los partidarios del no hablan de "radicalidad", de falta de diálogo y de dudas sobre el nuevo sistema. La falta de popularidad de Boric y la economía no han ayudado al sí.
"Hacer frente a estos importantes y urgentes desafíos requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de Gobierno para enfrentar este nuevo período con renovados bríos".
El texto, debatido durante un año, debe sustituir el articulado vigente, de la dictadura de Pinochet. Un nuevo sistema, más igualdad y respeto a los pueblos originarios son sus claves.
Las encuestas dan como favorito en esta segunda vuelta al perdedor de la primera, con entre el 39 y el 54% de los votos. Está por ver si su acercamiento al centro moviliza.
Este abogado del Partido Republicano promete vallas a lo Trump contra los migrantes, se opone al matrimonio gay y al aborto y apuesta por un capitalismo salvaje.
"Hiriart ha muerto en la impunidad pese al profundo dolor y división que causó. Mis respetos a las víctimas de la dictadura de la que fue parte", dice el izquierdista Boric.
Chile viró el pasado fin de semana a la izquierda en las urnas y castigó a los partidos tradicionales en la distribución de la convención encargada de redactar la nueva Constitución, que enterrará el texto redactado en tiempos de Pinochet.
El 78% de los chilenos vota por una asamblea constitucional que ponga fin a la última gran herencia de la dictadura. La participación alcanza el 50%, pese al virus.