El sentido del olfato del ser humano y del resto de animales terrestres solo es capaz de detectar moléculas volátiles en el aire. Sin embargo, las especies marinas son capaces de reconocer sustancias disueltas en el agua a través de este sentido, de forma semejante a la función que realizan nuestras papilas gustativas. Aunque parezca sorprendente muchas especies marinas utilizan el olfato para realizar funciones vitales, tales como reproducirse o detectar predadores o presas.
Cabañeros, como en general cualquier sierra de los Montes de Toledo, es un sitio inmejorable para experimentar y para sentir la naturaleza. Ojeando entre mis libros, encuentro una prueba de la polémica de hace 20 años: Parque Nacional o polígono de tiro del Ejército del Aire... Menuda dicotomía, menuda confrontación.
Me gusta despertarme en las mañanas en Sierra Gorda de Querétaro, México, con el sonido de los búhos macho que llaman insistentemente a sus novias; y que a ese canto le acompañen los de otros pájaros que, de vez en cuando, cuentan además con el coro de fondo de un burro, una mula y una vaca. Y pienso que nadie tiene derecho a robarme a mí, ni a los que habitan en esta Reserva de la Biosfera, todo esto.
Mi hermano, como millones de personas desconectadas de la naturaleza, pensaba que la pérdida de una especie era algo que preocupaba a los ecologistas más por la belleza de los animales que por su impacto en el planeta. Pero después de una semana en los santuarios más imponentes de este pedazo de la Sierra Madre Oriental, entendió que, más allá de la belleza de las manchas de un felino en su piel, ese animal representa nuestra propia supervivencia.
Ha llegado la hora de la verdad. Debemos conseguir que el Ártico y la Antártida sean nuestro legado para las futuras generaciones, preservándolos de la depredación y la codicia que les acecha por parte de unos pocos países y de las compañías petroleras.
El mundo finalmente comienza a entender la dura realidad de que estamos llevando a los sistemas que sostienen la vida del planeta al límite, y de que debemos apresurarnos a encontrar soluciones. Por eso es crucial que tengamos éxito en las próximas citas internacionales para combatir el cambio climático.
Los colores que presentan los animales son de vital importancia para su supervivencia. En especial, si vives flotando en el océano y eres transportado por las corrientes. O bien, si nadas a media agua donde eres visible desde todos los lados.
Mejor que seguir comunicando el drama climático, sería concentrarse en lo que funciona tanto económica, como social y ambientalmente. Desde los proyectos rentables de energía renovables, hasta las campañas por un cambio en los patrones insostenibles de consumo, la comunicación debería centrarse en las soluciones que pueden funcionar con la participación de todos.
Gran parte de la presión sobre los bosques que siguen en pie proviene de un grupo muy pequeño de productos o bienes básicos: soja, aceite de palma, carne de vacuno, pulpa y papel. Los orígenes financieros de este desastre ambiental requieren una estrategia financiera para hacerles frente.
Unas son más importantes que otras. Por tanto, cuando ocurre algún tipo de impacto, como contaminación o proceso natural de alteración, los efectos serán diferentes si afectan a una especie u otra dependiendo de cómo interactúe con su entorno y el resto de especies.
Los tiburones no distinguen los colores y dependen de la percepción de siluetas y contrastes para identificar a sus presas. Este descubrimiento les ha llevado a investigar sobre el diseño de nuevos trajes de neopreno que puedan hacer que los humanos puedan resultar menos atractivos ante los ojos de los tiburones.