Con una enfermedad terminal muy avanzada, el senegalés Ablaye pidió poder despedirse de su hijo. Miles de personas se movilizan para luchar contra la burocracia... y lo consiguen.
El marido de Luisa se fue a pescar una tarde y no volvió. Un vídeo muestra cómo cayó al mar, pero al estar desaparecido su cuerpo, no lo dan por fallecido, ni a ella por viuda.
Casi 33.000 internautas han firmado ya para poner fin a los 160 festejos que se hacen cada año, "eventos brutales, atroces, de una violencia desmedida".
"Alguien que tiene la sangre tan fría de arrebatarle la vida a un pequeño angelito, que tenía toda una vida por delante, una vida repleta de sueños por cumplir, una vida por vivir, por crecer... no debe de estar en la sociedad, viviendo la vida como si nada hubiese pasado", dice la petición.