Carlos Martínez-Almeida está citado como testigo y su testimonio es clave para saber si existió algún trato de favor con Medina y Luceño en el caso mascarillas.
El magistrado quiere saber si existía en el Consistorio madrileño un “correo electrónico general destinado a recibir” las ofertas de material sanitario.
El documento, al que ha tenido acceso 'El País', indica que el abono se hizo una semana después de que se detectaran presuntas irregularidades, según un informe policial.
El empresario malasio defiende que está colaborando en la investigación y que todo se hizo de forma clara: "Ellos obtuvieron un contrato y yo solo lo ejecuto y sigo las indicaciones".
El magistrado estudia ahora si reabre la causa, archivada por falta de autor conocido. Se trata del intermediario que se pensaba que residía en Nueva York.
Mensajes de voz, a los que ha tenido acceso 'El País', apuntan a que el empresario trató de tranquilizar a su contacto en el consistorio tras detectarse las irregularidades: "Si yo hago eso, estaréis otra vez con lo de la ‘estafa'".